Santiago tomó la mano de Abril con delicadeza para ayudarla a subir hasta la casa del árbol, el sitio que tantos secretos les había guardado. Y estaba listo para uno más.
Los sentimientos que habían compartidos desde años atrás, seguían ahí, y jamás iban a desaparecer. El día anterior, después de verla riendo con un muchacho, se había dado cuenta de que no quería continuar sin tenerla a su lado, que se moría por estar con ella. Abril tenía ya quince años, y él estaba cumpliendo los dieciséis. No eran unos niños, y él estaba seguro de que, esta vez, podrían estar juntos sin ninguna inmadurez de por medio.
No sabía si ese era el motivo por el que ella lo había llevado hasta allí, pero él estaba dispuesto a dar aquel paso.
—¿Sabes? Me debes mi regalo —dijo Santiago.
Abril rió.
—¿Sólo me quieres aquí por el regalo, no?
—Siempre son los mejores, pequitas.
—Jamás debí regalarte aquella bufanda de Gryffindor —dijo, fingiendo lamentarse—. Te he malacostumbrado.
Santi pasó su mano por la cintura de Abril, y se sentaron sobre el frío piso de madera.
—¿Por qué me has traído aquí? —preguntó el muchacho.
La pelirroja, con el corazón latiendo fuertemente en su pecho contestó cerca de su oído:
—Es que quiero darte un regalo —dijo—. Un regalo especial.
—¿Ah, sí?
—Sí —susurró—. No te muevas.
Abril posó sus temblorosas manos sobre las mejillas de Santiago y, con nerviosismo latente, lo besó en los labios.
Fue un beso lento, delicado. Ninguno de los dos había dado un beso real. Con ternura, procuraron decirse en aquel beso que ésa era una nueva oportunidad, que ahora, juntos, sin ninguna actitud de niños, podrían decirse cuanto se querían.
—Feliz cumpleaños —murmuró Abril cuando se alejaron.
En la penumbra, ambos pudieron distinguir la brillante mirada del otro.
—Es el mejor regalo que me han dado en la vida.
—Es el mejor regalo que he dado.
Sus miradas quedaron allí, enganchadas en los ojos del otro.
—¿Podrías... podrías repetirlo?
—Siempre.
* * *
En la noche o mañana, subiré el próximo capítulo para compensarlos por no haber publicado el miércoles :)
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De tu mano ©
RomanceDesde el momento en que se conocieron, Abril y Santiago han vivido para alejarse y encontrarse una y otra vez. Discusiones de niños, hormonas queriendo darse a conocer, malos entendidos y padres queriendo escapar es solo la punta del iceberg de t...