Santiago observó con una sonrisa a Abril. Su cabello revoloteaba con la brisa, haciéndola ver más encantadora de lo que ella era. La admiraba. Admiraba todos y cada uno de sus rasgos. Admiraba su bonita sonrisa y esa inocente mirada que lucía cada que sus ojos se encontraban. Seguía siendo esa niña de diez años que le había gustado. Añoraba que, cuando los años pasaran, él aún la tuviera a su lado.
Sonrió al recordar que había expresado ese pensamiento a Adrien, y éste se había limitado a reír y tacharlo de algunas ciertas cosas.
—¿Sabes una cosa? —preguntó el muchacho.
Abril giró su rostro y miró a Santi. Sus mejillas se tiñeron de un ligero rosa y una sonrisita tiró de sus labios. Amaba la forma en que él la miraba. Podría quedarse perdida en ella por el resto de su vida.
—¿Sí?
—Amo tus pecas.
Abril rió.
—¿No crees que son demasiadas?
—No —aseguró—. Son las necesarias, y son perfectas.
La chica bajó la vista.
—¿Sabes? Amber dice que nos estamos precipitando, que es normal que nos sintamos así, como en las nubes, pero que en cualquier momento podría... podríamos dejar de sentirnos esto.
—¿Ah, sí? Amber me caía mucho mejor antes —dijo.
—Creo que no quiere verme lastimada.
—No te lastimaré —aseguró—. Nunca lo haré.
El chico acercó entrelazó una de sus manos con la de Abril, y preguntó:
—¿Las cosas entre ella y tu padre han mejorado?
—No —dijo—. Papá sigue actuando extraño, y puedo ver cuánto la lastima eso.
Santiago atrajo a la pelirroja hasta su pecho, acunándola entre sus brazos.
—Todo irá bien —le aseguró—. Mientras yo esté contigo para protegerte, nada te podrá lastimar.
Abril sabía que lo que pasara entre sus padres no dependía de Santiago, pero sus palabras la hacían sentir tan a salvo, que decidió creerle.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
~*~
Al rato subiré el próximo capítulo.
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De tu mano ©
RomanceDesde el momento en que se conocieron, Abril y Santiago han vivido para alejarse y encontrarse una y otra vez. Discusiones de niños, hormonas queriendo darse a conocer, malos entendidos y padres queriendo escapar es solo la punta del iceberg de t...