Marzo del 2006

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Las manos de Santiago se empuñaban con furia a cada lado de su cuerpo mientras miraba con enojo a Abril.

—¿Cómo puedes decir eso? —le reprochó—. Es mi papá.

—Santi —comenzó la niña, intentando reparar un poco lo que había dicho—, es sólo que ella debería...

—¡Es mi papá! —repitió en medio de gritos—. Y ella no debería estar con nadie que no sea él.

—Yo creía lo mismo —dijo, acercándose a él—, pero mira lo feliz que es mi papá con Amber.

Santiago se alejó de su agarre.

—Eso es diferente —argumentó el niño. Sus mejillas estaban abultadas y encendidas a causa de la ira.

¿Cómo podía decir aquello Abril? Los papás debían estar con las mamás, y punto. No había ninguna posibilidad de que él aceptara un nuevo padre. Él quería al que tenía.

—No lo es —se quejó la niña, y la ira llenaba ahora el pecho de la pequeña. ¿Cómo era posible que no entrara en razón.

—¡Claro que sí! ¡Tu mamá murió, y mi papá no!

Los ojitos de Abril se empañaron.

—No tienes que recordarme que está muerta.

Santiago sintió que su corazoncito se arrugaba en cuanto las lágrimas brotaron de los ojos de Abril.

—Tu papá se fue porque quiso —dijo la niña en tono sosegado—, pero mi mamá no. Deberías permitir que tu mamá sea feliz. No seas egoísta.

Y con esas palabras, se levantó de su lugar y agarró la correa de Dobby.

—¿A dónde vas? —preguntó el pequeño.

—A mi casa.

Santi notó el tono apagado de la voz de su amiga.

—¿Por qué?

—Porque no quiero estar contigo, ni hablarte.

Con esas palabras, Abril se alejó de Santi, y ambos experimentaron por primera vez lo que se sentía tener el corazón roto.

~*~

No me maten :c

Tengo listo el capítulo nuevo (el del presente), y me ha gustado bastante :3 El domingo, cuando pueda colocar los guiones correctos, lo subiré.

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