Más que amigos: (Justin Bieber y Miley Cyrus) Jiley

29- La Smiler

Justin POV:

Tome la mano de Miley mientras caminábamos por el centro comercial de Colombia, yo comía mi sándwich mientras Miley me arrastraba de tienda en tienda.

Pero yo la seguía felizmente, por estar en su compañía.

— ¡Quiero entrar, ahí! —Grito efusivamente Miley, mientras me arrastraba hasta una tienda de ropa.

Entramos tranquilamente, pero el guardia me detuvo.

—Disculpe, pero no se puede entrar comiendo—Me aviso seriamente. Me sorprendió que hablara ingles.

Bufe.

—Claro, Miley te espero afuera—Le avise.

Asintió me dio un pequeño beso en los labios y entro dando pequeños saltitos.

Sonreí.

Me quede en la entrada de aquella tienda, bajo la atenta mirada del guardia.

—Te me haces familiar...aguarda, tú no eres ese chico...el cantante, ¿Justin cierto?

Asentí.

—Mi hija te admira, ¿Te tomarías una foto conmigo?

Lo que me faltaba, no me deja entrar en la tienda, pero me pide una foto.

—De acuerdo—Respondí intentando sonar amable y el saco su celular y tomo la foto.

—Gracias chico.

—Así que... ¿Me deja entrar? —Pregunte, mordiendo mi sándwich.

—No se come en la tienda.

— ¿Por qué no? ¿Cree que la voy a ensuciar? —Me carcajeé.

—Está prohibido. —Dijo con voz de robot.

—Esta prohibido —Imité su voz con burla. — ¡Juro que no la ensucio! —Exclame riendo, y sin querer salpicándole un poco de salsa en su uniforme.

Ups.

Me miro seriamente.

—Vale de acuerdo, yo...la esperare afuera—Dije retrocediendo. — ¡A Miley! ¡No a usted! —Dije moviendo mis manos frenéticamente y me gire, chocándome con la puerta de vidrio.

Me lo merezco.

Escuche la risa del guardia.

¿Con que ahora te ríes eh?

Salí de la tienda de mala gana y me apoye en la pared a un lado de la tienda.

Me quede viendo la gente pasaba, cuando una chica se apoya a mi lado.

—Hey Justin, tanto tiempo—La chica traía gafas de sol, por lo que no pude reconocerla.

Fruncí el ceño.

—Disculpa, ¿Te conozco?

Se quito las gafas.

Lo que me faltaba.

— ¿Me recuerdas, cierto? Claro que sí, es difícil olvidar a esta hermosura—Jugo con su cabello.

—Hola Tati—Puse los ojos en blanco. — ¿No deberías estar en Brasil?

Sonrió.

—Sí, pero con mi trabajo, junte el dinero suficiente, para hacer unos viajes—Me guiño el ojo—Y por aquí, hasta hay más clientes. —Dijo pícaramente.

Suspire.

—En todo el mundo, hay personas buscando putas—Solté con desagrado.

No es por mala persona, pero ella literalmente, es prostituta.