Capítulo 37

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Automáticamente lleve mis manos hasta mi boca gracias a la sorpresa que me había llevado. ¿Cómo era posible que Kendall haya mentido en una cosa de semejante magnitud? ¿Harry sabia de esto? ¿Acaso era solo por publicidad? Necesitaba respuestas y les tendría ahora. Kendall corrió a la puerta pero yo fui más rápida y la cerré antes de que ella pudiera siquiera dar el primer paso.

-¿Me vas a explicar lo que acaba de pasar aquí?- le dije en tono desafiante.

-No tengo que explicarte nada-

-Oh... claro que si o acaso quieres que toda la gente que está en esta fiesta se entere de que eres una mentirosa y una arpía- me contuve en decir más insultos porque si le acababa gritando estaba segura que no llegaríamos a nada. Si de por si ella no quería cooperar.

-Está bien... solo no digas nada- suplico en cuanto estaba por dar media vuelta. Me detuve

-Entonces explícame... explícame ¿por qué demonios tienes que fingir que estas embarazada? ¿Por publicidad acaso?-

-Yo...- se le quebró la voz y empezó a llorar. No por favor. –Yo si quiero a Harry... lo quiero más que nada, no es por publicidad-

-Si lo quisieras tanto como dices no le hubieras mentido en primera-

-Ya lo sé... es solo que... no podía competir contigo- se restregó la cara con las manos pasándolas por el cabello. ¿Que tenía que ver yo en esto? como que no podía competir conmigo. La semilla de la duda se plantó en mí. –Lo único que se me ocurrió para mantenerlo conmigo en un momento de desesperación fue fingir un embarazo. Creí que funcionaria pero él te prefiere a ti.-

-Qué tontería acabas de decir, Harry y yo hace meses que no nos hablamos así que no me salgas con eso Kendall- prácticamente no nos hablamos por tu culpa, no creía nada de lo que decía. O tal vez no le creía porque no le entendía.

-¿No lo sabes?- levanto la mirada. Su rostro reflejaba confusión

-¿No sé qué?- ya no entendí nada

-_____... Harry está enamorado de ti- dijo ella

¿Harry enamorado de mí? Eso si no se lo creo pero que propósito tenia decirlo. Eso no le salvaba el pellejo en absoluto. Si de verdad lo estuviera el me lo habría dicho desde hace mucho tiempo, es decir, nos conocemos desde pequeños. De dónde saca esta tipa tantas estupideces de una sola vez.

-no te creo ni una sola palabra ¿y sabes qué? Ahora mismo bajar y les diré a todos que eres una farsa.-

-¡Es verdad! Se le nota cada vez que te mira y cuando habla de ti una felicidad enorme lo llena, es insoportable saber que te ama a ti y a mi no. Me gustaría que el me amara como lo hace contigo- lloro con mas ganas.

-¿Y sabe él lo del bebe?-me desvié del tema. Esto era muy raro, hablar de Harry y su enamoramiento por mi. Había que admitir que tenía sentido, Kendall no tenía intenciones de mentir en esto, es decir ¿En que le ayudaba? pero seguía sin creérmelo.

-Lo supo hace solo un momento- se limpió los mocos que le brotaban de la nariz

-Eres una estúpida Kendall, como se te ocurre mentir así. Sabes lo que me hiciste? Me hiciste renunciar a mi mejor amigo. Por tu culpa Harry y yo no nos hablamos y por tu culpa he pasado el peor mes de mi vida. Me causaste el dolor mas grande que he sentido en mi vida... y para que? Para que todo fuera una mentira?- le grite en la cara. Estaba lo que le seguía de enojada. Kendall no dijo nada. Solo se escuchaban sus sollozos. -¿En dónde está?- después de calmarme un poco lo único que pude pensar fue en el estado de shock en el que debe de estar Harry ahorita. Kendall se encogió de hombros.

Me di media vuelta dispuesta a buscarlo, haría mi orgullo a un lado por el, hablaría con el acerca de todo esto, no. No lo del asunto de su amor. Iba a hablar con el sobre él bebe y la gran mentira. Dejaría el tema del amor de un lado hasta que supiera que hacer con él, claro, también tenía que saber si Kendall decía la verdad. Aunque lo dudo.

-No digas nada- escuche que Kendall dijo a mis espaldas. No le conteste y salí del cuarto dando un portazo. Quería manifestarle mi enfado.

Baje las escaleras casi volando. No sabía en dónde buscar esta casa es enorme. Pero tal vez ya no se encontraba en la fiesta. Igual y se habría ido a su casa. Yo lo habría hecho. Estaba tan desesperada que no pensé en buscar a Zayn y salí de la casa eufórica. Le pedí las llaves al valet y corrí hasta el auto de Zayn. Pase por la fuente y me detuve al ver una silueta sentada de espaldas. Ese peinado era inconfundible. Sin duda era Harry. Mire hacia los dos lados para asegurarme de que no había nadie y así era. Levante mi vestido por las rodillas para que no se atorara en el pasto y fui hasta él. Conforme me iba acercando mi respiración se agitaba ya que estaba nerviosa, que le diría? "hola como estas, siento que tu novia sea una mentirosa de lo peor" obvio no le diría eso. No estaba loca. Al llegar me senté junto a él casi con miedo. Miedo a que se levantara y se fuera sin siquiera dirigirme la palabra. Estaba encorvado con las manos entre las rodillas y en la boca tenía un cigarrillo a medio fumar.

-Tira eso Harold, tú no sabes fumar- ¿porque lo dije? Esta es nuestra primera conversación en semanas ¿y esto es lo más inteligente que se me ocurre? Espero que no se moleste por mi broma del cigarrillo. Pero no dijo nada. Tomo el cigarrillo, le dio una última calada y lo tiro al suelo.

Volteo su cabeza hasta que su mirada se encontró con la mía y fue ahí cuando supe que había estado llorando. Se me hiso un nudo en la garganta y lo único que pude hacer fue abrasarlo. Abrasarlo como había estado deseando todos los días que estuve sin él. El me correspondió el abraso dejando soltar las lágrimas en mi hombro.

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Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora