||Cicatriz||

3.5K 204 33
                                    

Las heridas que sufrimos siempre serán diferentes y únicas. Pueden ser emocionales o físicos, pero siempre tendrán que sanar tarde o temprano y quedará una única huella de ella: cicatrices.

Muchas veces Miyako pensaba que eran una buena forma de recordar que tanto has sufrido, que tanto puedes soportar y que tanto puedes avanzar. Ella muy pocas veces había sufrido un dolor del que no se recuperase, siempre sus amigas estaban ahí para evitar su caída. Sin embargo, la cicatriz más profunda que sufrió fue cuando se enteró de la muerte de sus padres. Lo irónico de todo es que murieron y ella no lo sabía porque su abuela le había mentido respecto a ellos.

Cuando cumplió sus quince años, preguntó ilusionada sobre la visita de ellos, fue cuando la señora de avanzada edad la miró fijamente a los ojos y reflejó arrepentimiento. Se sentaron en el sillón de la sala y fue así como se enteró del avión que se había accidentado cerca de Milán, avión en el que viajaban sus padres.

Al parecer ella apenas contaba únicamente con nueve meses de nacimiento y su abuela, como única familia que tenía, se hizo cargo de su tutela. Obviamente ella no estaba sola, sus padres se habían asegurado de que no le faltara dinero por el resto de su vida. Y lo agradecía, porque su abuela era muy vieja para trabajar y el instituto la mantenía ocupada todo el tiempo como para conseguir un trabajo de medio tiempo.

Suspiró por décima vez en menos de siete minutos.

Extrañaba los días donde solamente era una niña que se preocupaba por pequeñas cosas que por problemas innecesarios. Al menos el hecho de estar a dos años de graduarse de la escuela de modas le hizo recordar que no todo el esfuerzo sería en vano.

Había pasado por muchos cambios para ingresar a una escuela prestigiosa de la cual se sabía que la mayoría de todas sus graduadas eran grandes diseñadoras. Primero, tuvo que abandonar a su abuela y amigas, dimitir como heroína de las PPGZ, despedirse del grupo y decir adiós a gran parte de su vida para ir a esa escuela prácticamente a las afueras de la ciudad. Y es que ni siquiera podía salir los fines de semana porque eran estrictos, solamente tenía derecho a salir si sobresalía de las demás como lo había estado haciendo desde que llegó pero optó por no visitar la ciudad o de nuevo la tristeza le haría sentir sola.

Llegó hasta su dormitorio y lanzó los cuadernos de dibujo al escritorio de madera que la escuela le había regalado por sus prodigiosos diseños. Se despojó suavemente del uniforme y quedó en su conjunto sexy de ropa interior negra. Se dejó caer sobre la cama y cubrió su fino rostro con ambos brazos.

- Boomer...

Ese era su más grande secreto. A pesar de no volver a verlo desde que Him fue derrotado, ella se sentía muy atraída por él a pesar de los años. Era como su pequeña ilusión, pero nada más. Total, él nunca...regresaría.

Se preguntó dónde se encontraría en esos momentos.

Se incorporó rápidamente en su lugar y caminó en dirección al espejo de cuerpo completo para admirarse.

Todas en el instituto decían que la envidiaban por ser muy hermosa e inteligente. Con un cuerpo de muñequita esculpida delicadamente, piernas largas, senos voluptuosos, cintura diminuta, piel blanca y suave, cabello largo y rubio, facciones finas pero lo que más resaltaba en ella, eran sus hermosos y delicados ojos azul cielo tan expresivos como su mismo rostro. Con ellos podía expresar su sentir, no importase que hiciera lo demostraba con el reflejo de ellos.

Buscó una ropa cómoda en su armario y se puso un short de tela fresca color blanco y una blusa de tirantes azul bajo.

Un objeto atravesó velozmente su ventana. Lo último que vio antes de cerrar los ojos asustada, fue al objeto blanco dirigirse a su cintura y adherirse a este. Tuvo una sensación familiar a la que sentía cuando se transformaba en Bubbles. Abrió los ojos y se sorprendió de tener su identidad de superheroína.

One-Shot's Ppgz Y RrbzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora