-Kely... Kely...
-¿Qué pasa? ¿Dónde está Efren? –Pregunté al abrir lo ojos. ¿En que momento me había quedado dormida?
-Efren deberá de estar en su casa, cariño.
-Necesito hablar con él. Anoche no me contestaba... –Me puse de pie, pero volví a sentarme porque todo me dió vueltas.
-Keyla.
-Tranquilo, estoy bien.
-Te he dicho muchas veces que no te acuestes sin comer nada, Keyla. –Dijo Marco mirándome severamente.
-¿Acostarme? ¿Qué hora es?
-La hora en la que deberías de estar yendo de camino a la universidad.
-No puedo. Necesito hablar con Efren. –Dije volviendome a levantar. –Kendall tendría que estar aquí para contarme que pasó...
-¿Me llamabas? –Pegué un pequeño brinco al encontrarme con Kendall de frente.
-¡¿Dónde te habías metido?!
-Mejor me voy...
-Si. –Dije fulminando a Kendall. Marco salió de la habitación sin decir más nada y yo volví a sentarme en la cama.
-¿Dónde está Efren?
-Ahora en su casa.
-¿Ahora? –Fruncí el ceño. –Explicate mejor.
-Cerca de las tres de la mañana, lo encontré en un bar de mala muerte junto a una casta...
-¿Qué? –Dije comenzando a temblar. –No...
-¡Lo siento! No debería haber dicho eso último. –Kendall se sentó a mi lado apoyando su mano en mi rodilla. –Perdón...
-¿Qu... qué hacía con otra chi... chica?
-No te mortifiques con eso, Kely...
-¡¿Qué no me mortifique?! ¡Acabas de decirme que mi novio estaba con otra chica! ¡¿Y quieres que no me mortifique?!
-Tampoco los pillé acostandose. Sólo se besaban...
-¡¿SOLO?! –Grité sintiendo las lágrimas. –¿Qué fue lo que hice mal? Yo... Él...
Grité de frustración para acostarme en la cama y meterme debajo de las sábanas.
-Keyla...
-Dejame en paz, Kendall...
-Está bien. –Lo oí resoplar y ya no sentí su presencia.
¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Qué era lo que tenia esa chica que yo no tenía?
-Keyla.
-Un momento. –Dije intentado que mi voz no sonara rota. Limpié mi cara con las sábanas y respiré unas cuantas veces antes de volver a hablar. –Pasa, papá.
-Te oí gritar... ¿Está todo bien?-Si... –Dije medio sonriendole. –¿Dónde está Lucca?
-Venía a decirte que ya voy a dejarlo en la escuela.
-¡Keyla! –Gritó Lucca entrando alegremente por la puerta. –¡Ya me voy, Key! Te quiero.
-Yo también te quiero mucho, Lucca. –Dije abrazándolo fuertemente. –Bueno, vé ya o llegarás tarde.
-Está bien, pero no estés triste.
-No lo estoy...
-Tus ojos no dicen lo mismo. –Sonrió antes de darme un beso en la mejilla. –¡Vamos, papi!
-¿Seguro que estás bien?
-Si... No te preocupes.
-Sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras. –Asentí y Marco se acercó para dejar un beso en lo alto de mi cabeza. –Iré a llevar a Lucca. No tardaré...
-Vale. –Dije y esperé a que saliera para volver a taparme y seguir llorando.
No sé como fui capaz de aguantar las lágrimas delante de papá y Lucca.
¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤
1/2
ESTÁS LEYENDO
Between Ghosts
Random¿Qué hay después de la muerte? ¿Alguna vez alguien se había hecho esa pregunta? Hay diferentes opiniones y puntos de vista respecto a este tema. Unos dicen que nos rencarnamos en otras vidas, otros que no hay nada más allá de lo que vemos, y otros...