Capitulo 34

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-Vayan ensayando en vuestras casas. 

-¿Ños, ya?

-¿Algo que aportar, señorita Clark?

-No, no...

-Muy bien, hasta la próxima clase entonces.

Saqué la botella de agua que había en mi mochila para comenzar a beber de ella.

-Quedamos en el parque para ensayar ¿no?

-Dejame un respiro, Nick. ¿No estás cansado? –Se encogió de hombros antes de coger su mochila.

Hoy habíamos empezado con las clases nuevas de baile y habían sido agotadoras.

Me colgué la mochila al hombro para salir de la clase seguida por Nicholas.

-¿Quedamos entonces en el parque?

-Si, pero primero tengo que ir a casa a almorzar algo.

-Yo igual. –Asentí y ambos salimos del instituto para dirigirnos a nuestras casas.

Las clases de baile comenzaban a las dos y media, así que no nos daba tiempo ni de volver a casa cuando salíamos del instituto.

-Nos vemos a las seis, Kely.

-Claro, adiós. –Nos despedimos y pronto entré a mi casa para ir directamente hacia la cocina.

-Hola, Kely.

-Hola, papá. Dime que me guardaste algo para almorzar.

-Si.

-¡Genial! –Grité viendo como Marco sacaba un plato con pollo asado del microondas. –Mmm...

-¿Cómo te fue en las clases esas de baile?

-Bff... Agotador. –Marco rió.

-Los primero días te sentirás así.

-Si, encima ya tengo que ir a ensayar al parque.

-¿Hoy?

-Si, Nick quiere que vayamos hoy. –Dije metiéndome el tenedor en la boca.

-Vale, pero ten cuidado con tu rodilla, Key. Recuerda que no puedes forzarla mucho. 

-Si, papá. –Asintió y salió de la cocina para dejarme comer tranquila.

•••

-No puedo más, Nick. Necesito un descanso.

-Que gandula te has vuelto... –Lo miré ofendida para fulminarlo con la mirada.

-Esto es increíble...

-Es la verdad... –Volvió a murmurar sentándose a mi lado.

-Como me sigas llamando así, voy a irme para no volver. –Comenzó a reír mientras que se pasaba una toalla pequeña por la frente.

-Vale, vale, retiro lo dicho.

-Perfecto. –Le puse la tapa a la botella para guardarla en la mochila y recostarme sobre el césped. –Ya no me acordaba lo que era bailar...

-Lo dices como si después de lo que te pasó, nunca más hubieras bailado.

-Bueno, pero me refería a este tipo de baile, Nick. –Rodé los ojos para mirar hacia el cielo. –Que bien se está aquí, ¿no crees?

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