¿Pero qué diablos?
Me solté de la mano de Efren para ir en su dirección. No te vayas de ahí, ni se te ocurra moverte.
-¿Pero a donde vas, Keyla? ¿Qué pasa? –Oía pero no oía a Efren. Sólo tenía en mente cruzar la carretera y correr hacia él.
-Ni se te ocurra irte.
-Te espero en tu habitación. No tardes.
-¡No!
-¡Keyla! –Efren me agarró de los hombros dándome la vuelta.
–¿Quién era? ¿Con quién hablabas?-Tengo que irme a mi casa...
-¿Qué? ¿Por qué?
-Tengo que irme, Efren. –Me puse de puntillas para dejar un rápido beso en sus labios y salir corriendo dirección a mi casa.
No podía dejar escapar esta oportunidad.
●●●
Entré rápidamente para subir a mi habitación y empezar a buscarlo.
-¿Kendall? ¡Estoy aquí!
-Si, ya te veo. –Salté ante el susto. –Hola...
-¿Por qué desapareciste así?
-Fuiste tú la que quería que te dejara en paz.
-¡Si, pero no de por vida! ¡Tanto tú como Charlotte me abandonaron y no es justo! Yo no les hice nada.
-Lo hicimos por tu bien. Además, Charlotte siempre ha estado contigo.
-¿Qué? ¿Pero qué dices?
-¿No lo has notado?
-¿El qué? –Seguí preguntando confundida.
-Charlotte no aparece por una simple razón: Nina.
-¿Qué?
-Si, ¿no te pareció raro que esa chiquilla apareciera de la nada en la universidad? ¿Qué se sentara en la mesa con ustedes así por así? ¿Qué la actitud de Efren cambie cuando está ella? ¿Sus ojos rojos?
-¿Me estás diciendo que ella...
-Está viva, eso sí, pero es diferente. Charlotte logró ponerse en contacto con ella para protegerte. Nina es como tu escudo humano.
-No entiendo nada... –Murmuré sentándome en la cama lentamente. –¿Entonces Caleb tenia razón? Lo traté por loco cuando me dijo que Nina le había sonreído...
-Si, Nina puede vernos. Incluso más, sus dotes son muy diferentes a los tuyos. Puede hacer cosas que nunca imaginarías.
-Esto es de locos... –¿Cómo no me había dado cuenta antes?
-Ella fue quien te salvó de aquel embrujo, Keyla.
-¿Y me estás diciendo que debo darle las gracias?
-No, debes de tratarla como siempre. Tienes que hacer como si yo no te hubiera dicho nada.
-¿Por qué?
-Fue una de sus condiciones. En el fondo creo que no tiene amigos y por eso no quiere que la abandones.
-¿Por qué me estás diciendo todo esto ahora? –Se encogió de hombros acercándose a mi.
-Creo que te quiero, y no como una persona que siente gratitud o amistad por otra.
–Lo miré sorprendida para continuar escuchándolo. –Me fui para protegerte, sí, pero también porque me estaba enamorando de ti. No sabes la de veces que he deseado ser tu novio. Me moría de celos cada vez que los veía juntos, que te besaba, que te hacia el amor, Keyla. Sí, te seguía. Incluso a veces llegaba en esos momentos en los que lo estaban haciendo. Obviamente me iba antes de ver mucho más, pero la cosa es que me dolía.-Kendall...
-Lo sé, no sientes lo mismo pero tenia que decírtelo.
–Sonrió sentándose a mi lado para poner su mano sobre la mía. –Intenté evitar el accidente, intenté meterme en el cuerpo del otro conductor para poder evitarlo, pero no pude. Lo siento.-¿De verdad? –Volvió a asentir sonriendo. –Gracias...
-En fin, debo irme de nuevo. –Se puso de pie para mirarme desde arriba. –No sé si volveremos a hablar, Keyla, pero me alegra haber tomado esta decisión hoy. Recuerda, no le digas nada a Nina. Es una buena chica que quiere a las personas que conoce. Nunca le haría daño a sus amigos y mucho menos a ti.
-Siento mucho haberte...
-Tú no debes disculparte por nada, tonta. –Suspiró alejándose un poco. –¿Puedo pedirte un favor?
-¿Cuál?
-Pasa algo de tiempo con Zac. Cree que estás enfadada con él.
-Vale...
-Gracias. Nos vemos, Keyla. –Y desapareció dedicándome una linda sonrisa.
Me acosté boca arriba en la cama aun sin dar crédito a sus palabras.
¿Y ahora qué?
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Between Ghosts
De Todo¿Qué hay después de la muerte? ¿Alguna vez alguien se había hecho esa pregunta? Hay diferentes opiniones y puntos de vista respecto a este tema. Unos dicen que nos rencarnamos en otras vidas, otros que no hay nada más allá de lo que vemos, y otros...