Capitulo 53

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CUATRO MESES DESPUÉS

-Mira que cosita más bella...
Sonreí al escuchar la voz de Alice. –Es un bebito encantador. ¿A que si, cosita?

-¡Si! –Dije imitando la voz de un bebé para reír.

-Bueno, bueno, me conformo con eso. –Ambas volvimos a reír antes de que ella se agachara para besar su cabeza. –¿Segura de que quieres quedarte sola? Puedo esperar hasta que Efrén llegué de la universidad.

-Si, tranquila. –Le sonreí antes de que bajáramos las escaleras para acompañarla a la puerta.

Nos despedimos y esperé a que se subiera al taxi para irse.

Efrén y yo habíamos alquilado una casita solo para nosotros tres. Sí, nuestro pequeño Nolan había nacido hacia dos meses atrás, los mismo que llevábamos viviendo aquí.

Quizás no tendría tantas habitaciones ni sería tan espaciosa, pero era nuestra casa y lo importante era que fuéramos feliz en ella.

Además, con los años incluso podríamos llegar a comprarla. Claro que cuando Efrén y yo tuviéramos un trabajo estable. 

Subí las escaleras para dirigirme al cuarto de mi hijo llevándome una gran sorpresa. ¿Quién es ese hombre que está junto a la cuna del bebé?

-¿Hola?

-Oh, mierda. No tendrías que haberme visto.

-¿Nos conocemos? –Volví a preguntar entrando en la habitación rápidamente. –No le hagas nada...

No, tranquila! –Dijo de repente levantando las manos para acercarce a la ventana.

-¿Necesitas que te ayude a algo? Sé que últimamente no he estado de humor para ayudaros, pero es que a veces vienen en muy malos momentos...

-No, no, tampoco necesito que me ayudes en nada, gracias.

-¿Entonces? –Dije más que confundida. –¿Para qué estás aquí?

-Solo quería conoceros...

-¿Qué? –Sonrió volviéndose a apoyar en la cuna para mirar a Nolan.

-Se llama Nolan, ¿verdad?

-¿Cómo lo sabes?

-Es un bonito nombre, Keyla. Estoy seguro de que fue Efrén quien lo eligió.

-¿Pero cómo...? –Y entonces, lo supe.

Lo supe en cuento sus ojos se conectaron con los míos, esos hermosos ojos color miel que tanto conocía y que estaba segura de que mi hijo los tendría.

-¿Por qué no te pusiste en contacto conmigo antes?

-No tengo necesidad de hacerlo.

-¿Qué? Claro que sí. Estoy segura que a tu familia le hubiera gustado más de una vez saber que los estabas viendo y apoyando. –Se hizo a un lado evitando mi mirada.

-¡Cariño, estoy en casa! –Se oyó de repente junto con la puerta principal.

-Por favor, no te vayas. –Dije dando un paso hacia él cuando noté sus intenciones.

-Tengo que hacerlo...

-Efrén te ama.

-¿Keyla?

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