-Papá dijo que estábamos destinados a estar juntos.
-¿Ah, si?
-Si. -Sonreí abrazandome a su brazo. -¿No es genial?
-Pues si... -Murmuró algo pensativo.
-¿Qué pasa?
-No, nada. -Miré en su dirección para ver como un hombre nos observaba fijamente. Al darse cuenta de que lo miraba, empezó a caminar hacia nosotros.
-Tú eres la fulana de aquella noche ¿no?
-¿Perdón? -Preguntó Efren mientras que yo abría los ojos. Era el mismo hombre del Paradise in hell.
-Si, claro. Tú eres la nueva del Paradise in hell. –Efren me miró alzando una ceja desconcertado.
-Mi novia no es ninguna de esas prostitutas, viejo verde.
-Ah, pero no te avergüences de ella, chico. Las chicas así también merecen tener novios.
-¿Está sordo o qué le pasa?
-Efren. –Dije cuando agarró al hombre por el cuello de la camiseta.
-Vaya con el gallito de corral. –Efren gruñó en cuanto oyó eso y tiró al hombre hacia un lado haciendo que cayera al suelo.
-Ahora largate antes de que me arrepienta de no haberte partido la cara.
-¿Es que tu noviecita aquí presente no te dá lo que mereces? Porque seguro que en el bar se...
-¡Efren! –Grité agarrandolo del brazo. –Dejalo y vamonos. No le hagas caso.
Efren miró por última vez al hombre para darme la mano y arrastrarme lejos de aquel lugar.
-¿Por qué te confundió con una prostituta de ese lugar?
-No lo sé...
-¿No lo sabes o no quieres decírmelo?
-¿Prometes que no te enfadarás?
-¡Ya estoy enfadado, maldita sea!
-Pero prometelo...
-¡Keyla!
-Está bien, está bien. –Suspiré resignada para mirarlo a los ojos. Esto no iba a gustarle. –Tuve que... Tuve que ir a ese sitio para una cosa...
-¿Qué cosa?
-Solo pregunté algo y después me fui. ¡Lo juro!
-¡¿Pero estás loca o qué te pasa?! ¿Cómo se te ocurre ir y más sola?
-Ya te dije que fue entrar y con la misma salir, Efri.
-Pero... Pero... ¡Agg! –Gruñó mirándome mal. –No vuelvas a hacer eso nunca más. ¿Te quedó claro?
-No eres mi padre...
-¿Qué?
-¡Que si, que me quedó claro! –Grité para cruzarme de brazos. –¿Contento?
-¡¿Contento?! ¡Eso debería de decirlo yo! –Me fue inevitable no reír. –¡Deja de reírte, Keyla!
-¡Lo siento! –Volví a reír mientras la cara de Efren se ponía aún más roja. –Venga, Efri. Se que tienes ganas de reírte...
ESTÁS LEYENDO
Between Ghosts
De Todo¿Qué hay después de la muerte? ¿Alguna vez alguien se había hecho esa pregunta? Hay diferentes opiniones y puntos de vista respecto a este tema. Unos dicen que nos rencarnamos en otras vidas, otros que no hay nada más allá de lo que vemos, y otros...