Extra ❤

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-¡Nolan, por favor, ven a almorzar de una vez! Después puedes seguir jugando, hijo.

-¡Pero es Blake, mamá! -Rodé los ojos mirando mal al susodicho para cruzarme de brazos.

-No es mi culpa, Keyla. Nolan es el que no me deja moverme de aquí.

-¡Mentiroso!

-Por Dios, esto parece una casa de locos. -Murmuró Efrén desde la mesa del comedor. -Nolan, siéntate ahora mismo a comer y tú, fantasmita, desaparece y vuelve más tarde.

Nolan se levantó apenado mientras que Blake desapareció del salón rodando los ojos.

-Efrén. -Dije ahora regañandolo a él por haber llamado fantasmita a Blake. -Nunca cambiarás...

-Nos estaba molestando, porque se fue ya ¿no?

-Claro que se fue, de la manera en que lo echaste hasta yo me iría.

-Exagerada... -Lo miré mal sentándome a su lado para comer.

-Solo estábamos jugando...

-Sí, pero no en la hora de la comida, Nolan. Tu madre y yo lo hemos dicho muchas veces.

-Vale, papá... -Rodé los ojos mientras que Efrén se encogía de hombros.

Efrén aún no llevaba muy bien eso de que Nolan también viera a los espíritus, o más bien, no lo quería aceptar. Por eso le molestaba que nuestro hijo jugara feliz con otros niños que aún no sabían porqué seguían aquí.

-Por cierto, ¿no era esta tarde cuando venía Lorraine?

-¡¿Madrina va a venir?!

-Sí, cariño. Madrina va a venir.

-¡Bien! ¡Podremos jugar con las plumas otra vez!

-Oh, no, no. Nada de plumas.
-Dijo Efrén molesto. -La última vez limpié plumas hasta dentro de la chimenea.

-¡Pero si puede quemarlas!

-Ah, no. Eso mucho menos. No quiero que juegues con el fuego. -Lo sé, debería ser yo la que le estuviera diciendo todo esto a Nolan, pero no, Efrén es mucho más protector en ese aspecto que yo.

-No seas aguafiestas y deja que el niño juegue tranquilo. Si en el fondo a ti también te gusta...

-No me quites autoridad, Kely.
-Reí negando con la cabeza al verlo indignado.

Este hombre... A veces pienso que tengo dos hijos en vez de uno.

•••

-¡Hazlo otra vez! -Oímos gritar a Nolan desde la planta inferior.

-Mañana limpias tú la casa.

-No te enfades, Efri... -Ronroneé en su cuello. -Solo quiere divertirse.

-Sí, pero no con plumas. -Reí por lo bajo antes de besar su cuello.

-No sigas por ahí, nena. Sabes cómo me...

-Ay, joder...

-¿Qué pasa? -Preguntó mirándome alarmado.

-Creo que a Charlotte le gusta tu voz.

-Rose, Keyla, Rose. -Me corrigió poniendo su mano en mi barriga mientras que yo robaba los ojos sintiendo más pataditas. -¿Ves como le gusta más Rose?

Between GhostsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora