¿Qué hay después de la muerte?
¿Alguna vez alguien se había hecho esa pregunta?
Hay diferentes opiniones y puntos de vista respecto a este tema. Unos dicen que nos rencarnamos en otras vidas, otros que no hay nada más allá de lo que vemos, y otros...
-No estoy gritando, Kely. -Rodó los ojos para reír. -Si tu padre me vé aquí, me castra.
-No lo hará. -Terminé de ayudarlo a subir las escaleras para entrar a mi cuarto.
-¿Cómo estás tan segura?
-Porque lo estoy. -Dejé las muletas detrás de la puerta y me senté junto a él en la cama.
-Estás loca.
-Puede... -Reí para ayudarlo a quitarse el pantalón y la camiseta quedando en boxers. Yo también me quité la ropa para ponerme su blusa. -Así estoy más cómoda.
-Y mucho más sexy también. -Me guiñó un ojo provocando que me sentara sobre él para besarlo.
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-Te quiero mucho.
-Yo también te quiero, Keyla.
-¿Podemos dormir así? ¿Abrazados?
-Si, pero sabes que mañana en la mañana tu pa...
-Deja de preocuparte por mi padre, Efren. Ya te dije que no se enterará de que estás aquí. Confía en mi.
-Está bien, pequeña. Buenas noches.
-Buenas noches, Efri. -Apoyé mi cabeza sobre su pecho y cerré los ojos para dejarme llevar por morfeo.
•••
-¿Ves como mi padre no se enteraría?
-Y menos mal. -Rodé los ojos mientras que volvía a llevarme la mochila de Efren al hombro.
-A veces debes de ser más optimista.
-Habló. -Golpeé su brazo haciéndolo reír.
-Bueno, hasta aquí mi viaje. Fue un gusto acompañarlo, señor Sullivan.
-Buah, no me llames señor. Parezco más viejo de lo que soy.
-Lo dices como si tuvieras ochenta años cuando sólo tienes veinte. -Se encogió de hombros y me puse de puntillas para dejar un corto beso en sus labios. Con las muletas era incluso más alto de lo que ya era.
-Gracias por acompañarme y cargar con mi maleta.
-De nada. -Entré con él a su clase ignorando algunos abucheos, palabras tipo "intrusa" "preciosa" y silbidos.
-Ignoralos.
-Ya lo hago. -Le sonreí para volver a dejar un beso en sus labios. Ahora tuve que agacharme ya que Efren se había sentado. -Debería irme antes de que...
