Capitulo 39

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Los días pasaban y Efren seguía aun sin despertar.

Papá y yo estábamos más tranquilos porque ambos sabíamos que él se pasaba todo el día conmigo, pero Alice... La pobre lloraba día si y día también.

Muchas veces estuve a punto de decirle que Efren estaba bien y que estaba conmigo, pero el muy idiota no me dejaba. Decía que prefería que su madre siguiera sin enterarse de que podía comunicarme con los espíritus.

-Me estás aburriendo ya con tus cosas.

-¿Perdona?

-¡Si! No entiendo porqué no quieres que Alice lo sepa, Efri. La pobre está destrozada.

-Lo sé, pero no podemos hacer otra cosa.

-Si que se puede, solo que no quieres.

-Bah. -Movió la mano restandole importancia mientras que yo me cruzaba de brazos.

-Así no llegamos a ningún lado. Todos están muy preocupados por ti. ¡Voy a quedar como la novia que no tiene corazón porque no lloro cuando voy al hospital!

-¿Y qué? Yo se perfectamente que no lo haces porque me ves todos los días.

-¡Por eso mismo! -Grité moviendo las manos. -Tu madre pensará que no te quiero. Y no sabes como me molesta ver a Noelia llorar junto a tu cuerpo... -Rodó los ojos para traspasar la puerta de mi habitación dejándome sola. -¡Oye, ven aquí!

Salí de mi cuarto para darme cuenta de que estaba bajando las escaleras.

-¡Efren!

-Que si, Keyla, que si. -Se detuvo para mirarme. -¿Por qué te cae tan mal? Pensé que todo se había solucionado aquel día.

-¿Qué pasa?

-Pues no me cae bien y punto.

-¡Pero si ni siquiera la conoces!

-¡No me grites!

-¡Eh! Alto ya los dos. -Dijo Marco mirándome severamente. -¿Por qué pelean?

-Es él.

-¡Si, hombre! Mira, mejor me voy a ver a mi madre porque aquí...

-¡Si, huye!

-Keyla. -Volvió a decir Marco mirándome mal. -¿Se fue?

-Si.

-¿Y por qué peleaban?

-No quiere que le diga a Alice que puedo verlo. No sabes cómo me parte el corazón verla así de mal, papá.

-¿Y por qué no quiere que ella lo sepa?

-¡No lo sé! Realmente no me dá explicaciones razonables. -Dije suspirando.

-Bueno, Keyla. Si no quiere, no quiere. Ahora si, tú tienes derecho y eres libre de decírselo a Alice o no.

-Si, lo soy, pero estoy segura que si se lo digo él se enfadará conmigo.

-Es algo a lo que te tienes que arriesgar, princesa.

-Bien. -Suspiré antes de abrazarlo. -Gracias por escucharme.

-De nada. Por cierto, hoy viene Alexis a cenar, así que si Efren vuelve a aparecer, no discutan.

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