From what to what? • || JimSu ||

Capítulo XLII

—¿Estás listo? —JiMin se asomó por la puerta de su habitación vistiendo un elegante traje negro.

—Odio esto —murmuró y tiró un poco del esmoquin hacia abajo.

—Te ves muy guapo. —El chico entró al baño y pasó los brazos por su cintura para rodearlo.

Sintió que los labios de JiMin se dirigieron hacia debajo de su oreja para después besarle delicadamente. A través del espejo vio como el castaño tiró de su corbata y le soltó el primer botón para tener mejor acceso a su cuello.

—Detente... —susurró y lo alejó. El contrario levantó la mirada para encontrarse con la suya a través del espejo—. ¿Sabes cuánto me costó ponérmela adecuadamente?

JiMin refunfuñó y rodó los ojos antes de voltearlo para acomodarle la camisa blanca junto con la corbata. Cuando terminó le dio un suave beso en los labios.

—Recuerda que tenemos que pasar por HoSeok y Tae —dijo contra los labios de JiMin.

—¿Le dijiste a JungKook que Tae llegó?

—Aún no lo hago. —Hizo una mueca y se giró hacia el espejo para acomodarse el cabello.

—¿Cómo crees que se lo tome?

El castaño movió un poco las caderas contra las de YoonGi para que le hiciera un espacio frente al espejo.

—No estoy muy seguro, pero supongo que estará feliz. —Se encogió de hombros para después salir del cuarto.

—¿Nos vamos ya? —preguntó el contrario tomando las llaves del auto.

Le asintió para después acercarse a la puerta principal y ponerse los elegantes zapatos al igual que JiMin. Salieron los dos juntos por la puerta principal y tomó gustoso la mano del castaño cuando este se la ofreció. Fueron hasta el ascensor y este inmediatamente se abrió. Esperaron un poco para después salir del compartimiento unos cuantos pisos más abajo.

—Iré a buscar a Tae. Tú ve por el auto. —Apuntó hacia el pasillo iluminado por las tenues luces.

—Anda. —JiMin le dio un pequeño beso para luego empujarlo fuera del ascensor con cuidado.

Cuando vio como se cerraban las puertas metálicas caminó hasta la puerta que tantas veces tocó durante el principio de ese mismo año.

En cuanto le pegó a la puerta la primera vez apareció Tae vestido elegantemente con un traje gris oscuro. Su pelo lo dejó de la misma manera como lo tenía la primera vez que lo vio cuando volvió.

—¿Nos vamos ya? —preguntó el otro y dio un pequeño saltito.

—¿Acaso fingiste la primera vez que nos vimos? Pareces ser el mismo de siempre. —Lo miró de reojo cuando TaeHyung cerró la puerta del departamento.

Se dio vuelta a mirarlo, notándolo mordiéndose el labio inferior, y luego el chico le sonrió para correr hacia el ascensor y apretar brutalmente el botón.

—¿Creíste que me podrías mentir? —preguntó divertido cuando estuvo al lado de su amigo.

—Está bien... —empezó hablando lentamente el contrario, manteniendo también una sonrisa en su rostro—. Fingí un poco cuando estuve en tu casa, especialmente cuando los vi a los dos acostado en la misma cama. No quise ser irrespetuoso ni nada, pero te juro que estaba a punto de desmayarme cuando vi que salió de la habitación solo con ropa interior y yo...

—Ya entendí, Tae —lo interrumpió junto con una sonrisa.

Las puertas del ascensor se abrieron y ellos entraron.

—En serio quería comportarme de otra manera, hacer notar que superé lo que sucedió, que maduré. —El chico jugó con sus dedos de forma distraída.

—¿Por qué fingir?

—No quiero parecer un idiota. —TaeHyung negó con la cabeza—. Pensé que si actuaba distinto parecería que olvidé a JungKook...

—¿No lo has hecho? —preguntó asombrado y las puertas del ascensor se abrieron.

—¿Ah? —Luego de preguntar el chico se pasó la lengua por los labios.

—¿No haz olvidado a JungKook?

TaeHyung agachó la cabeza y suspiró—. Claro que lo hice. Solo tengo miedo de encontrármelo de nuevo.

—Deberías aclarar todo con JungKook. Hay varias cosas en las que se equivocaron los dos.

A pesar del cambio de expresión de TaeHyung, YoonGi no se detuvo y se aventuró a salir a la fría noche. A solo unos metros divisó el espléndido auto de JiMin. Su amigo se puso a su costado y los dos se acercaron hasta el vehículo. YoonGi se subió de copiloto mientras el otro tomaba cómodamente asiento en la parte trasera.

—Tenemos que ir por HoSeok —le murmuró al castaño que estaba a su lado y este inmediatamente asintió.

Se trasladaron en silencio y con solo la música de la radio puesta. La dirección la tenían escrita en una hoja de cuaderno con una letra bastante fea y resaltada con destacador rosado.

—Advertencia —empezó diciendo JiMin al ver que se acercaban a la vivienda de su amigo—. HoSeok es hiperactivo y no se calla nunca.

—Presiento que será simpático. —TaeHyung se apoyó en los asientos delanteros.

Tocaron la bocina cuando llegaron a la supuesta dirección del pelinegro.

—¿Seguro que es aquí? —JiMin le quitó el papel a YoonGi de las manos para verificar la dirección.

—¿Debería ir a preguntar?

—No —contestó el otro con simpleza y luego miró hacia el frente—. Ahí viene.

Ni siquiera alcanzó a mirar hacia afuera cuando escuchó como la puerta trasera se abría y entraba el alegre chico. YoonGi se volteó un poco para ver la reacción que tendría al ver a TaeHyung y, para su sorpresa, el pelinegro apagó un poco la sonrisa y bajó la cabeza para hacer una casual reverencia el castaño, quien lo imitó.

—HoSeok —se presentó recién llegado.

—TaeHyung.

YoonGi sonrió divertido y de inmediato el auto se puso en marcha hacia el instituto, donde se estaría celebrando la fiesta de gradación.

—No sabía que era un chico —murmuró el pelinegro luego de acercarse a uno de los oídos de YoonGi y se escuchó la sonora risa de JiMin a su costado. HoSeok habló demasiado fuerte.

—Lo siento por no ser una chica. —TaeHyung se mostró un poco tímido desde una de las esquinas del auto.

—No te preocupes, pelitos. —HoSeok pasó uno de sus brazos por sobre los hombros del castaño.

—¿Por qué mierda «pelitos»? —JiMin lo miró por el retrovisor y YoonGi se volteó para verlo con el ceño fruncido.

—Solo mira su cabello. —El pelinegro introdujo los dedos entre el pelo de TaeHyung, moviéndolo de un lado a otro.

—Pero... ¿por qué...?

—Déjalo. Es raro. —JiMin interrumpió a Taehyung para después estacionarse entre los autos que estaban al frente del instituto.

—¡Vamos! —El pelinegro levantó las manos, logrando que se pegara con el techo del vehículo.

—¡HoSeok, bájate de mi auto! —gritó JiMin, haciendo que el recién nombrado se sobresaltara.

El pelinegro salió del auto al mismo tiempo que lo hizo TaeHyung. Cuando el chico estuvo fuera se inclinó mientras que una de sus manos se apoyaba detrás de su espalda y la otra la alzaba hacia Tae, quien aún no salía del auto, al parecer demasiado asombrado como para moverse.

—¿Me acompaña a este baile, mi princesa?

—No soy una chica, HoSeok. —De igual forma TaeHyung se ayudó de la mano del pelinegro para salir del auto, aunque al final terminó soltándola.

—Tienes razón, no eres una chica —HoSeok tomó al castaño por las mejillas y apretó estas, como si estuviera enternecido—, pero aun así eres bastante bonito.