Olivia no dejaba de analizar a Danielle. La miraba cargada de preocupación, algo que no había visto tan pronunciadamente en Olivia, ni si quiera cuando ella iba a verme en el hospital las veces que me tocó estar internado.
―Liv, ¿quieres que salgamos un momento?―pregunté, tal vez necesitaba decir algo.
Sin decir nada, ella tomó mi mano y me levantó del sofá. En cuanto salimos del departamento, Olivia me abrazó y comenzó a llorar. No sabía a qué se debía, pero no dije nada y dejé que Olivia llorara tranquilamente. Pasó un buen rato hasta que Liv se tranquilizó.
―¿Qué sucede, Liv?―pregunté cuando ella estuvo cien por ciento tranquila (al menos eso parecía).
―Sonny investigó a fondo a los padres de Danielle. Dio con la dirección de su casa―contestó ella con su voz algo entrecortada.
Nunca, en mi vida como compañero de Olivia en la Unidad de Víctimas Especiales, la había visto ponerse así, ver que un caso la impactara tanto. Ella era siempre tan firme, tan fuerte, que me sorprende mucho ver esta nueva faceta suya. Supongo surgió en la temporada que estuve fuera de su vida, y cuando más me necesitaba.
―¿Qué tiene que ver esto con que hayas roto en llanto?―pregunté de manera amable.
―Fuimos a la casa―Olivia se separó un poco de mí para poder verme a los ojos―. Cuando entramos, vimos una auténtica cama de tortura. Grilletes, látigos y otros instrumentos horribles, esparcidos por toda la casa. En la habitación que debió de ser la de Danielle, había una jaula con una cama muy pequeña dentro de ella, y en la pared de la habitación―Olivia se tensó―, había fotografías de Danielle después de varias sesiones de tortura, la forma en que quedaba su cuerpo.
Volví a abrazar a Olivia. Entendía lo que ella sentía a pesar de no haber visto nunca en mi vida esa horrible casa. ¿Quién se capaz de tratar a una niña de ese modo? Ahora más que nunca quiero remediar el tiempo que no estuve con Olivia y a Danielle, aunque no la haya conocido hasta hace unos días, voy a darle la mejor vida que jamás haya tenido. Le prometí a Olivia que la ayudaría a adoptar a Danielle, y cumpliré mi promesa, pero para cumplirla, tengo que ser esposo de Olivia...
―¿Te gustaría ir a cenar?―dijo ella adelantándose a mis planes.
―Sí, me encantaría―dije regalándole una amplia sonrisa.
―Tendré que decirle a Lucy que se quede hasta tarde, para que cuide a Danielle y a Noah.
―Y yo tendré que ir a comprar un traje.
―¿Un traje?―Liv arqueó las cejas, incluso soltó una pequeña risita.
―¿Te divierte que yo quiera comprar un traje?
―Tienes tu departamento, aunque es una escena del crimen, pero puedo ver si podemos pasar por un traje para que vayamos a cenar.
―No tengo muchas ganas de ir a ver el lugar donde murieron los padres psicópatas de Danielle. Iré a comprar un traje.
Recorrí la silla de Olivia en el restaurante Del Posto. Se ve tan guapa con ese vestido color negro un poco arriba de las rodillas, su cabello suelto y su chaqueta, que hace que su piel se vea muy bien, además del maquillaje sencillo del rostro, haciendo que sus ojos oscuros se vean aún más hermosos. Ella se sentó y yo fui a mi silla.
―Buenas noches señor y bella dama, ¿qué vino les puedo ofrecer en esta velada?―preguntó el mesero.
―Una copa de cualquier botella que sea un merlot, el mejor de su agrado, joven y si no tiene ningún merlot, un sauvignon―le dije al muchacho―. ¿Te gustaría tomar lo mismo?―le pregunté a Liv.
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Viviendo con los Benson
FanfictionDespués de que la adopción de Noah fuera oficial, la detective Olivia Benson siguió llevando su vida igual que siempre, hasta que un caso volverá a cambiar su vida al igual que Noah lo hizo. Conocerá a una chica de doce años llamada Danielle Cooper...