Capítulo 59 (Elliot Stabler)

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Son las 6:30 a.m., casi hora de ir al trabajo y, Olivia y yo no hemos dormido ni un segundo. Nos preocupa mucho a donde pudo haber ido Danielle. No hemos recibido alguna señal de vida por parte suya desde que se fue, ni mensajes, ni llamadas. Liv y yo le hablamos a algunos amigos patrulleros que trabajan de noche para que estuvieran al pendiente si veían a Danielle. Si algo le pasara, no me lo perdonaría.

Observo a Liv, quien está sentada al otro lado de la mesa. No ha tocado para nada su taza de café y no deja de observar su teléfono en espera de una señal de Danielle. Ni si quiera despertó a Noah y Serena para que fueran a la escuela. No quiere que sepan que su hermana mayor no está en casa.

―Liv, tranquila, regresará―me sorprende que yo sea el que esté guardando la calma en esta situación.

Olivia se talla la cara con desesperación y después me mira severamente.

―¿Cómo quieres que esté tranquila cuando Danielle no está?―me dice molesta.

Tiene un poco de razón.

―No lo sé, es lo que la mayoría de las veces le decimos a las víctimas―elevo los hombros con aire inocente.

―Elliot, ¿qué tenemos que hacer para que vuelva?

―Dejar que Danielle sea policía.

Es difícil admitir que no estoy de parte de Olivia en este tema. Nuestra hija tiene las habilidades para ser policía y sobre todo, muy potencializadas. Desde mi punto de vista, sería un desperdicio que Danielle se desempeñara en cualquier otra profesión. Ella ha estado destinada desde hace tiempo a ser policía.

Olivia me mira como si una tontería hubiera salido de mi boca.

―¿Desde hace cuánto tiempo estás de su lado?

―Desde siempre―Liv abre mucho los ojos ante mi respuesta―. Cualquiera que sea policía puede notar que Danielle tiene lo que un policía necesita. Todos tus detectives opinan lo mismo que yo y seguramente tú también, pero te niegas a aceptarlo.

―Elliot, has visto lo inestable que es. ¿Te imaginas a Danielle en medio de un operativo donde sus recuerdos la atormentaran?

Me pongo a pensar en las veces que he visto caer de rodillas a mi hija, sosteniendo su cabeza como si quisiera apagar los recuerdos, derramando lágrimas como si fuera una cascada humana.

―Liv, tú también has sido inestable. ¿Recuerdas a William Lewis?―le digo. Sé que no es recomendable sacar este tema a la luz, pero tal vez sirva para hacer reaccionar a Olivia.

―Elliot, es obvio que lo recuerdo.

―Seguramente fuiste inestable después del suceso, entiende un poquito a tu hija.

Olivia se queda callada y por primera vez en toda la mañana le da un sorbo a su taza de café. Creo que le he dado en uno de sus puntos débiles.

―Ella te necesita, eres quien más puede entenderla―afirmo.

―Siempre hemos tenido una conexión especial, desde que la conocí―acaricia la taza―. Danielle es una persona con la que me identifico demasiado. La amo.

―Compréndela, por favor.

En ese momento se escucha como se abre una puerta. Olivia y yo clavamos la mirada en la puerta de entrada. Danielle está ahí, luciendo igual que cuando se fue, sólo con la mirada un poco llena de preocupación. Luv se levanta de un salto y corre a abrazarla.

Viviendo con los BensonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora