Capítulo 5 (Olivia Benson)

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Sentí como se me aceleraba el corazón mientras hablaba con Elliot, aunque fuera una plática sin sentido. Siento que mi vida va a complicarse. Me he encariñado con Danielle y ahora Elliot vuelve a mi vida. Salí de la oficina junto con Noah.

-Volveré en un rato, iré a la oficina de la juez Linden.

-Liv-me dijo el detective Tutuola en tono desaprobatorio.

-¿Qué sucede?-preguntó Amanda.

-Pues digamos que probablemente-dijo Fin dedicándole una corta mirada a Amanda-, haya más niños en la estación acompañándonos próximamente.

-Todavía no sé si ella será parte de mi familia. Vayan a hablar con ella a ver si tiene más información-dije y caminé hacia el elevador.

Entré en el elevador y pulsé el botón de la planta baja. Al abrirse las puertas del elevador, salí disparada hacia afuera del edificio para ir a mi auto.

Conduje hasta el edificio del poder judicial y me estacioné frente al edificio. Bajé y entré rápidamente al edificio. Llamé al elevador y en cuanto se abrieron las puertas, Barba apareció. Él me miró perplejo, pero sonrió después.

-Hola Olivia, Noah. ¿Qué los trae por aquí?

-Venimos a ver a la juez Linden-dije entrando al elevador junto con mi hijo.

-Te acompaño-él presionó el botón del piso donde está la oficina de la juez-. ¿Por qué vienes a ver a la juez?

-Es una larga historia, bueno no tan larga-yo alcé los hombros.

-Tengo tiempo para escucharte. Ve a ver a la juez y cuando salgas, vamos por un café y me cuentas tranquilamente tu historia.

-¿No te quito tiempo?-pregunté cuando se abrieron las puertas del elevador.

-No, para nada-los dos salimos del elevador.

-¿Estás seguro, Barba?

-Demasiado seguro. Yo esperaré aquí-dijo él sentándose en una banca cercana.

Yo fui a la oficina de la juez Linden y llamé a la puerta. La juez abrió rápidamente.

-Sargento Benson, qué sorpresa verte por aquí. Hola Noah.

-Juez, vengo a hace una petición.

-Pasa Olivia y dime de que se trata.

Pasé a la oficina y me senté en una de las sillas frente al escritorio de la juez Linden. La última vez que estuve aquí fue cuando la juez me confirmó la adopción de Noah. Ella también tomó asiento.

-Ayer por la noche fuimos a una escena del crimen donde encontré a una niña de doce años. Me enamoré al instante de ella, igual que con Noah. Sus padres están muertos. Su padre mató a su madre y después, él se suicidó. Hoy en la mañana el detective Tutuola investigó sobre su familia y ella viene de una que desde hace seis generaciones sólo tienen un hijo. La niña es la única de su familia. Quiero yo tener su custodia en lo que le encontramos un hogar.

-¿Te refieres a que quieres adoptarla?-la juez arqueó las cejas. Ha dado en el blanco.

-Así es-dije desviando la mirada hacia otro lado. No quería que la juez me viera, aunque sé que lo está haciendo.

-Olivia, yo te conozco y sé que cuidarías a la niña y a Noah muy bien. Tienes que saber que tener dos hijos siendo madre soltera es una responsabilidad muy grande.

-Lo sé, pero ya quiero mucho a Danielle sin conocerla mucho.

-Llevaremos a cabo un juicio para que tú tengas la custodia en lo que ella encuentra un hogar. Si vemos que durante ese tiempo todo va bien, llevaremos a cabo otro juicio para la adopción-sentí como una gran sonrisa se dibujaba en mi rostro mientras abrazaba a Noah.

-De verdad muchas gracias.

-Ahora mismo podría darte fecha para el juicio pero, tengo en estos días una agenda muy ocupada. Yo te hablaré en cuanto te tenga una fecha. Puedo firmar una orden para que se quede en tu casa durante un mes, en lo que tengo fecha para el juicio.

-¿Tan saturada de juicios estas?-dije mirándola a los ojos acompañada de una sonrisa.

-Demasiado. Espérame unos minutos en lo que hago la orden, la imprimo y la firmo.

En diez minutos la juez Linden tuvo la orden lista. Me la dio y me despedí de ella. En cuanto salí de la oficina de la juez, Rafael se puso de pie.

-¿Todo salió bien?

-Mejor de lo que esperaba.

-Me da gusto. Ahora vayamos por un café y cuéntame todo.

Barba y yo fuimos a una cafetería cercana al edificio del poder judicial. Le conté todo desde que encontré a los padres de Danielle muertos hasta la despedida con la juez Linden. Al final de la plática, recibí un pequeño regaño por intentar la adopción de Danielle siendo madre soltera.


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Viviendo con los BensonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora