Capítulo 13

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¡Que se callen las burlas!

Se despertó con el rostro de Billie casi pegado al suyo y trató de hacer memoria de lo que había pasado la noche anterior.

Recordó que se había peleado con unos hombres porque le habían insultado por sus cicatrices e incluso supo que a uno de ellos, le había cortado con su navaja, pero no había sido nada grave -o eso quería pensar-pensar- Ese muchacho de ojos celestes, le había defendido.

Se levantó lentamente de la cama, tratando de no despertarlo y observó unos instantes la horrible herida que le habían hecho en la frente. Luego miró la que él mismo, le había hecho en la mano.

_Lo siento _ le susurró al oído y se fue a bañar.

Al salir, volvió a mirarle, seguía igual de dormido. Su rostro y todas sus facciones estaban relajadas como nunca antes. Debía admitir que se veía muy bello de esa forma, ¡Bah! En realidad siempre se veía atractivo, pero, eso se debía a su apariencia de niño lindo. 

A veces, tenía que aceptar, le daba rabia que tuviese ese rostro perfecto. Había puesto sobre él todas sus frustraciones. Lo peor de todo, era que el muchacho seguía comportándose insoportblemente amable, cosa que le hacía sentir terrible consigo mismo, haciendo que cayera en la cuenta de la horrible persona que era y -a pesar de estar siempre consciente de ello- le molestaba que se lo remarcaran.

La pregunta que surcaba su mente de forma insistente en esos momentos,era el porque se había reunido con ellos, después de lo que le había hecho.

_Tal vez, este detrás de Marcus _ se dijo y sintió narcele dentro,un dejo de desilusión que intentó con todas sus fuerzas reprimir.

Esa era la única respuesta lógica que se le había ocurrido y cómo él era su amigo, tal vez, Billie, quería llevarse bien para tener más posibilidades.

Se fue hasta la cocina para servirse  una taza de yogur de durazno con cereales y recordó las estupideces que su amigo decía cada vez que hacía las compras.

"Debemos mantener en linea la figura, cariño" .

¿Deque le servía a él, mantenerse en forma? los únicos que habían adquirido sus servicios eran aquellos desesperados, que no tenían demasiado dinero para pagar. Supuso que aunque estuviese gordo, aún seguiría teniendo clientes.

_Nadie se fijará en mi, Marcus... no como tú romántica cabecita se imagina y espera _ se dijo y se sintió angustiado.

Se dirigió a la habitación nuevamente, con la taza de yogur entre las manos. 

Billie seguía en la misma posición, no se había movido nada. Su maquillaje seguía igual de corrido. Sin embargo, el que había manchado el edredón, había sido el verde que Jack había llevado puesto.

Observándole mejor, parecía un poco pálido.

De repente, Jack recordó que cuando uno se golpea la cabeza, no debe dormirse.

Dejó la taza sobre el tocador y se aproximó a ver si él aun respiraba. Puso su mano debajo de su nariz y le pareció no sentir nada, así que tuvo el impulso de acercar el rostro hacia él. Se tranquilizó un poco al sentir el débil airecillo que se escapaba de su nariz,chocar contra sus labios. ¿Qué se sentiría en esos momentos si le besaba? Nunca antes alguien se había atrevido a besarle, no con el rostro que tenía.

Las orbes azules de Billie se abrieron lentamente, hipnotizándole. El color era precioso.

El muchacho pareció asustarse. Se levantó de un salto golpeándose la cabeza fuertemente con él.

Jack: The JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora