Epílogo

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Marcus entró a la casa de manera apresurada. Hacía tanto tiempo que no recibía una de sus cartas, que se sintió nervioso y emocionado. Se llevó varios muebles por delante al no prestar atención, por intentar descifrar el nombre que decía en la referencia.

_"Skheirnember" ¿Qué rayos?... ¿Dónde mierda es eso? ¡Podría haber puesto el país! ¡Maldito, Jackie! _ se lamentó en voz alta

Varios meses habían pasado desde que su amigo y Billie se habían marchado y no veía la hora de que regresara, le extrañaba tanto. Sus charlas, su mal humor ¡todo!

Buscó el abrecartas y se desesperó bastante al no encontrarlo sobre el recibidor.

_¡¿Dónde está esa maldita cosa?! ¡¿Puede ser que no encuentre nada en esta casa?!

La puerta se abrió de repente y vio a Lern, cargado de bolsas del supermercado, ingresar al departamento que compartían. Su novio rebuscó en una de ellas y sacando una manzana, se dispuso a comer.

_Te toca acomodar_ dijo mirándolo y sonriendo de manera burlona

_Sí... claro. Lerni, cariño... ¿has visto el abrecartas? _

_ ¿No esgta eng el cajgon? _

_ No hables con la boca llena, lindo _

_ Pegdon _ dijo y trago _ digo... que si no está en el cajón _

_ ¿En el de la mesa de luz? _

Él asintió.

Marcus corrió a la habitación y revolvió los cajones de ambas mesas, hasta que al fin dio con el maldito objeto. Con las manos temblorosas se dispuso a abrir el sobre.

_ ¿Otra carta de Jack? _ preguntó Lern al instante en el que ingresaba a la habitación y acercándose a él besó su mejilla.

_ Si... _ soltó emocionado

_ Billie me llamó esta mañana... Creo que tu amigo le está contagiando la costumbre de no decir donde carajos está... No pude sacarle nada _

_ A Jackie le gusta hacerse el misterioso _

Lern salió de la habitación dejándole un poco de privacidad, para que pudiese comenzar a leer.

"Querido Marcus:

                                   Sí, no te sorprendas, te he llamado "querido" otra vez... y es que me gusta empezar las cartas así, es como si le diéramos un aire de importancia que no tienen. En fin, estoy bien no te preocupes.

                               Hemos decidido alargar nuestro viaje. Vas a odiarme cuando te diga que vendimos todas nuestras cosas y decidimos salir de trotamundos y que por ende, los recuerdos que te había comprado y los perfumes, ya no existen... Lo siento... Bueno, en realidad, no lo siento, ya me conoces.

                              Es emocionante el ir de un lugar al otro sin ataduras de ningún tipo. Las personas que hemos conocido y las aventuras que hemos vivido, hacen que este viaje se convierta en algo que guardaré en lo más profundo de mi corazón. Pero ¡basta!, que me estoy poniendo muy sentimental y esas cosas no me gustan.

                           Ahora estamos parando en un pueblecito cuyo nombre no se pronunciar ni siquiera sé si lo he escrito bien en el sobre, aunque de seguro, cuando te llegue esta carta ya nos habremos marchado de allí.

Jack: The JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora