Cansado
Corrieron detrás de Marcus, cargados de pesadas bolsas de compras. Esa noche era especial para ese muchacho y ambos le habían ofrecido su ayuda sin fijarse que eso siempre equivalía grandes esfuerzos de su parte.
_ Por enésima vez, dime ¿Qué hacemos aquí? _ preguntó Billie a un Jack que ya estaba comenzando a enojarse.
_ Esto nos pasa por imbéciles _
_ ¿Qué es este lugar? _
_ Venden ropa erótica y algunas que ofrecen ciertos "truquillos" a travestis _
_ ¿Truquillos? _
_ Por lo que más quieras, no me hagas explicártelo _ dijo horrorizado.
_ Está bien, no me expliques _ se sentía incómodo entre tantas plumas y cosas, que no sabía si avanzar por el lugar o quedarse quietecito en su sitio
_ Jackie cariño, ven a ayudarme con este corsé, divinura _ se escuchó decir a Marcus, desde el cambiador.
Jack gruñó un par de insultos y avanzó hacia aquel lugar.
Esa noche sería difícil.
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Marcus avanzó por aquel camerino, sin poder creerlo. No le importaba que tuviese que compartirlo con todos. La idea de poder bailar sobre un escenario -o mesa ¿Qué interesaba?- le encantaba tanto, que los pequeños detalles como el que esa era una fiesta privada y que su danza sería tan erótica como las de los cabarets, parecían no afectarle para nada.
Billie estaba nervioso ¿Cómo era posible que le hubiese convencido de estar allí?... ¡Ah sí! Es que Marcus tenía a Jack de su parte y eso era un arma poderosa.
Se colocó el diminuto short y la pechera de mozo, junto con los puños. Se miró al espejo y quiso tirarse de un quinto piso. ¡Qué vergüenza!
_ Tienes que maquillarte, divinura_ Al voltearse vio a un Marcus totalmente transformado. Sus labios estaban pintados de un rojo muy brilloso que hacía juego con sus pestañas postizas, llevaba puesto un corsé rosa y un short mucho más corto que el que él tenía puesto, sus zapatos taco aguja estilizaban sus piernas. En una de sus manos tenía un abanico negro enorme y en la otra un estuche con sombras. _ ¿Te gusta cómo me veo? _ preguntó con su característica jovialidad, mientras dejaba el abanico sobre el tocador que tenían en frente.
_ Y ¿Jack? _
_ Que desconsideración, cariño. Una se la pasa horas arreglándose para ti y lo único que te importa es donde esta Jackie_
_ Lo siento... Te ves bien _
_ ¿Quién se ve bien? _ en eso el joker hizo su aparición, llevaba puesto un traje como el de las conejitas de playboy y una máscara con los dientes característicos de dicho animal, que cubría las cicatrices de su rostro. _ ¿Peor disfraz no pudiste conseguirme?... Sabes que odio a los malditos conejos _
_ Lo siento, mi vida _ dijo Marcus dándose vuelta para mirarle _ pero, con todos los malditos complejos que tienes, no conseguí nada mejor... además, tus piernas y tu trasero se ven divinos _ dijo y haciendole voltearse, le dio una nalgada.
Billie les dio la espalda a ambos. Estaba completamente sonrojado ante esa imagen y no quería que se le notase. Aún le quedaba el excitante recuerdo de esa noche en la que Jack había intentado seducirle, como para que ahora se le sumase esto. Si la intención era que dejase de dormir a causa de desearlo tanto, el objetivo estaba siendo exitosamente logrado.
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Jack: The Joker
Ficción GeneralJack Sleiter es un chico problematico. Acarrea con él, un pasado terrible que se le ha quedado grabado en la piel de su rostro en forma de dos horribles cicatrices, que se asemejan a las del archienemigo de batman; siendo esa la razón por la cual se...