Disculpas
_ Eres un desastre _ le dijo Marcus mientras peinaba su peluca favorita; una con los cabellos lacios y oscuros traída de algún lugar que no podía siquiera recordar. La situación le parecía tan trillada, que le causaba dolor de cabeza.
_ Solo hice lo que tú me aconsejaste _ refunfuñó malhumorado.
_ ¡Ay, cariño! _ suspiró agotado _ Cuando yo hago ese tipo de comentarios, tú no me hagas caso _
_ Siempre haces ese tipo de comentarios... ya está, déjame en paz_ se dio la vuelta en esa cama tan cómoda, que era la de su amigo. Intentaba dormirse.
_ Deberías pedirle disculpas _
_ ¿Ese es el tipo de consejos a los que no debo hacer caso?_ preguntó con ironía.
_ No... Este es el tipo de consejos que debes seguir al pie de la letra _
_ Está enojado conmigo _
_ Cariño... Billie es un amor, no creo que esté enojado contigo _
_ Bueno, no importa. No me disculparé _
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Estaba aterrado. La sola idea de que Frank volviese a aparecer, le causaba pavor. Pero no quería decírselo a Marcus, él siempre se preocupaba por demás y se echaba la culpa por cosas que estaban fuera de su control. Jamás había dicho nada al respecto, pero era evidente que lo hacía.
Tenía pesadillas en las que volvían a llevarlo al lugar donde estaban los conejos. Cientos de rostros grotescos reían y le lastimaban. Eso causó que llevase un par de días sin poder dormir bien.
No quería salir mucho por miedo a volver a encontrárselo. No quería estar solo, pero la situación se tornaba tan insoportable que se obligaba a continuar. Si había algo que siempre había detestado, era el convertirse prisionero de sus propios sentimientos. Por eso se animaba a continuar. A salir a la calle a pesar de sus temores, a decirle al mundo ¡Aquí estoy ven y enfréntame! Y Frank no le detendría, no lograría acabar con él tan fácilmente.
Se alistó para ir a ver a Billie, después de todo se lo había prometido a su amigo. Ese Marcus siempre conseguía salirse con la suya.
¿Por qué tenía que sentirse así?... Tan estúpidamente nervioso parado en la puerta principal de aquel edificio.
Tocó el timbre y de inmediato la voz de Billie sonó en el portero exaltándole
_ Enseguida te abro _
"¿Sabrá realmente que soy yo?, no lo creo."
El timbre que le indicaba que ya podía entrar, sonó de repente haciendo que reaccionase.
Ahí estaba. Nervioso, parado frente a su departamento. Se miró las zapatillas y luego se arregló un poco el cabello.
"¿Realmente quiero estar presentable para este idiota?" Pensó con fastidio
Billie abrió rápidamente y le dio la espalda. Tenía puesta una toalla alrededor de su cintura, su cabello oscuro estaba apelmazado contra su nuca y el agua que bajaba por su espalda dibujaba con gotitas perladas la línea que trazaba su columna vertebral, de manera sensual.
Las clases de natación estaban transformando su cuerpo de forma sorprendente, y ¿por qué no? Convirtiéndolo en algo tentador. Sintió deseos de abrazarlo y lamerlo como si se tratase de alguna especie de postre exquisito.
_ Pasa... estaba terminando de bañarme _ se dirigió a la cocina._ ¿Quieres tomar algo? _
_ No, gracias _
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Jack: The Joker
General FictionJack Sleiter es un chico problematico. Acarrea con él, un pasado terrible que se le ha quedado grabado en la piel de su rostro en forma de dos horribles cicatrices, que se asemejan a las del archienemigo de batman; siendo esa la razón por la cual se...