Jack: The Joker

Capítulo 55

Las reinas se reencuentran

La ropa con la cual estaban vistiéndolo le quedaba chica, sin embargo, hacía ya mucho tiempo no tenía fuerzas de quejarse, así que dócilmente se dejó hacer.

Iban a llevarle a algún sitio, eso les escuchó decir, a pesar de ello no le importaba; al fin y al cabo siempre hacían con él lo que querían.

Caminaron por uno de los pasillos del hospital y el monótono gris le pareció incesante. Estaba tan cansado de ese color, que cerró los ojos fuerte para no verlo y suspiró angustiado; no era más que un muñeco sin voluntad, no tenía decisión sobre sí mismo ni su cuerpo. Le habían reducido a la nada... era nadie.

Salieron afuera y el frio de la noche pareció golpearle el rostro, sin embargo, la sensación duró poco; de inmediato le introdujeron en un auto que comenzó a andar a toda velocidad.

Se estaba mareando, tal vez fuese la falta de costumbre.

Tenía demasiado sueño.

Le despertaron de repente y sin darle tiempo, siquiera, a pensar en qué momento se había quedado dormido, le arrastraron por los pasillos de un lugar, no muy diferente al hospital que habían abandonado hacía un par de horas.

Le llevaron a una especie de sala de conferencias que estaba repleta de gente que hablaba sin parar y parecía aturdirle.

De repente vio al doctor William, quien le sonrió entre tantos rostros.

_ Muy bien... al fin ha llegado..._ habló un hombre a uno de los médicos habían traído a Jack y luego volteó el rostro para hablarle a la audiencia _este hombre señores, es la prueba de que la Dopametracina funciona a la perfección _

Las voces se escuchaban lejanas, ecos que de vez en cuando aumentaban su dolor de cabeza y sus ganas de vomitar.

De repente, sin aviso alguno, recibió una bofetada.

"¿Qué?... ¿qué sucede?" Pensó y recibió una lluvia de ellas.

El Joker salió en su lugar a pesar de sentirse sin fuerzas. No iba a permitir que le hicieran daño de esa forma, sin darle siquiera una explicación.

Se sentía muy adolorido, como si el efecto de esa cosa que le habían estado inyectando, aumentase el ardor que podían causarle los golpes.

Tomó al hombre que estaba pegándole, de las muñecas y lo tiró al piso subiéndose encima de él.

"¿Quién rayos te crees que eres?" ¿Lo había dicho? O ¿lo había pensado?, eso ya no importaba. Presionó sus muñecas y a cambio recibió gritos de dolor.

Varios brazos intentaban detenerle, casi sin poder lograrlo. Recibió otra inyección y sus fuerzas mermaron de forma repentina, permitiéndole a los demás, quitarle de encima de aquel hombre.

Miles de puntadas de dolor comenzaron a martillear su cerebro.

"¡Dios que alguien acabe con esto!" Pensó, porque de su boca no podían salir palabras.

El aire estaba comenzando a faltarle.

_Si te calmas te sentirás mejor _ escuchó que alguien le susurraba al oído

¿Ese era el doctor William?... No, no era él, era alguien más con sus mismos ojos.

Se sentía traicionado ¿qué hacía allí, entre esos que le hacían daño?

Trató de serenarse y permitir que Jack tomase el control esta vez.

Era cierto, estaba sintiéndose mejor.