Los delirios de Marcel
Tres años habían pasado ya, desde que James les había dejado y su recuerdo no se desvanecía con nada. Tres años, en los cuales la mansión Smart ya no era la misma; sus habitantes se habían sumido en la más profunda de las oscuridades. Hasta que un día de tormenta apareció él; como si el viento mismo le hubiese llevado a ese lugar, a salvar o a hundir, aún más, a aquella familia tan devastada.
Marcel era un joven de 23 años, de cabellos oscuros, ojos color avellana y cuerpo delgado, pero atlético. Llevaba puesto un abrigo enorme completamente empapado y en su espalda un gran bolso en donde traía sus miles de partituras; mojadas por la lluvia. No era nada más que la dulce y cálida melodía de un piano desvencijado, apunto de desfallecer. Provenía de algún pueblillo olvidado de Francia, de esos que ni siquiera salían en el mapa, o tal vez, aquello era otro más de sus delirios. Tenía tanta hambre, tanto frio y sueño, que apenas si podía reaccionar.
Marcel era uno de esos poemas hermosos, que se te clavan a fuego en la piel. Un joven muy talentoso; un gran artista al que no le costó mucho en convertirse en profesor de piano de Willy.
La familia entera giraba a su alrededor, tan alegre, tan carismático que se ganó un lugar en el corazón de todos. Pero fue ese carisma, el que le hizo llegar demasiado lejos, pues si, Marcel era un seductor en todos los sentidos.
En sus labios estaba el dulce pecado de la lujuria, en su piel se quemaban sus amantes, tantos que había perdido la cuenta. Era una dulce tentación, de esas en las que te arrepientes de caer, pero de las que nunca quieres abandonar.
Con palabras elegantes conseguía su cometido; era un joven muy inteligente. ¿Cómo decirle que no, a aquel tipo de belleza tan embriagadora y salvaje?... Nadie podría, Angélica no pudo... Estaba totalmente hechizada por esa, su blanca sonrisa.
Cayó en sus redes porque estaba desesperada y él solo llenaba el terrible vacío que había dentro de ella. Su corazón despertó y descubrió que podía volver a latir. Se sintió apasionada como hacia tanto, la figura de su devastado marido, no la hacía sentir y pensó que tal vez podría revivir. Se sentía mujer otra vez.
Pero había algo con lo que Marcel no contaba... Ese, su pupilo, un niño aún, conseguiría romper la coraza, su frío corazón. Por más que él intentase contenerse - Porque trató con todas sus fuerzas, durante tres años hasta que ya no pudo resistir- Era demasiado difícil decirle no, a ese tipo de belleza tan pura.
¿Por qué tenía que enamorarse justamente de él, un niño de apenas 11 años?
_ Es difícil para mí, verle dormir... _ dijo esa mujer nuevamente destrozada _ Saber que en vez de desearme a mí, mi amante desea a mi hijo... Mi niño _ tomó su camisa y se cubrió dándole la espalda a aquel hombre que acababa de hacerle el amor _ ¿Qué debería sentir por él... por ese niño que se ha robado el amor de los hombres de mi vida? _ Una lagrima rodó por su mejilla y no quiso detenerla, se sentía agotada _ ¿Debería odiarle... o debería amarlo por ser el fruto de mis entrañas?... No lo sé...respóndeme tú, porque solo puedo sentir indiferencia... tal vez, el amor no sea para mí... tal vez, no esté hecha para esto... Es solo que no quiero que te alejes de mí, pero el precio que debo pagar por ti es demasiado alto... Yo, no sé lo que debo hacer _ Se cubrió el rostro con las manos y trató de contener el llanto que luchaba por escaparse.
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Jack: The Joker
General FictionJack Sleiter es un chico problematico. Acarrea con él, un pasado terrible que se le ha quedado grabado en la piel de su rostro en forma de dos horribles cicatrices, que se asemejan a las del archienemigo de batman; siendo esa la razón por la cual se...