CherryGirl [en corrección]

11 🍒 Rockabilly

21:00 hrs en punto, acaba de bajar el sol. De recepción me dieron aviso que Mike ya había llegado. Termine de rociarme perfume y respire hondo. Sentía el estómago contraído. No estaba segura de lo que estaba haciendo. Los golpes a la puerta me hicieron saltar.

—Caroline actitud. — Resoplé mirándome al espejo. Tome mis documentos y camine hacia la salida de la habitación. Mike esperaba con esa encantadora sonrisa.

Camino a la habitación de Cherry. No podía sacar de mi cabeza el programa de farándula. No quiero esperar que ella lo haya visto. De todos modos por lo que sé, no esta entre sus intereses. Me detuve unos segundos o minutos frente a su puerta, respire y golpeé. Cuando ella abrió la puerta el aroma, su aroma me traspaso por completo, una mezcla de frutas cítricas. Alegres. Frescas. Me miro con detenimiento. Sus ojos de gato expectantes, los labios rojos. Me descubrí boquiabierto. Amo su perfume.

—¿Entonces que tienes planeado?. — Pregunto cerrando la puerta y se encamino a mi lado.

Mike llevaba una camiseta negra con cuello v ajustada, una chaqueta de cuero como de los 50's algo desgastada, jeans dark blue, zapatos negros.



—¿Que perfume llevas?— Le pregunte

—Dolce & Gabanna— Respondió sin voz.

Ella se acerco a mi... la sentí de golpe en mi cuello su nariz rozando mi piel. —Esta muy bueno.—Comento respirando profundo. Y se movió lo suficiente, para caminar a mi lado.

—Tu hueles mejor.— Lo escuche resoplando.— ¿Son grosellas y algo cítrico?—

Me sorprendí de su apreciación, las grosellas eran parte de la mezcla —Algo así— Respondí deteniéndome a junto a el cuando llegamos a la salida del hotel.

—¿Has viajado alguna vez en Motocicleta?— Me pregunto levantando una ceja, sin detenerse hasta llegar al lugar en que había quedado estacionada esa Harley Davidson negra de colección.

—Oh por Dios—  Cherry balbuceo sin voz.

—Señorita— El baletparking le acerco el casco mientras ella veía la motocicleta con incredulidad.

Entonces vi al encargado darle una mirada muy indiscreta en dirección a su escote. Un momento. ¿Esa blusa roja?. ¡Por Jesucristo!. Creo que no lleva brasier. De solo pensarlo se me agolpa la sangre en la ingle. Mujer. ¿Como se te ocurre hacer eso?. Lleva una entallada chaqueta de cuero y leggins.

¿Como diablos? Justo esta noche se le ocurre aparecerse con semejante máquina. Es una verdadera joya. No tengo idea, podría asegurar que algo así lo manejo Elvis.

—Ven acá preciosa.— Lo vi acomodarse.

Después de maldecir internamente levante una de mis piernas y la pase por encima de la máquina. Sentí perder el equilibrio. Gracias a Dios se me ocurrió ponerme jeans.

Ella se aferro a mi rodeandome con sus brazos. Una sensación agradable. De verdad esta chica me provoca cosas.

—¿Lista?.— Me dijo girando la llave quitando el fierro sostenía la moto en pie..

—okey— Balbucee y todo comenzó a vibrar entre mis piernas, apoye los tacones a los costados.

—Sujetate Nena.— Me advirtió con voz gruesa, no era necesario.

No tengo idea que diablos pretende. Solo veo las luces de la avenida avanzar a mi alrededor, el aire golpea mi cara. Salimos hacia la costanera, probablemente unos 40 minutos de viaje. Entramos a un estacionamiento interior, tras unas impresionantes rejas de hierro.