—¿De donde eres?—Me preguntó mientras mantenía la vista de frente por la avenida. Yo no tenía idea donde estaba, miraba hacia mi derecha tras el parabrisas buscando alguna señalética.
—Chile. — Me quedo viendo raro. Es probable que jamás había escuchado de mi lugar de origen.- Sur América, al oeste de la cordillera de los Andes- le explico. El vuelve a distraerse del camino y me mira algo perdido. No tiene idea.
—¿Desde cuando estas acá?—Continuó de inmediato.
—Llegue ayer en la tarde—
—¿Vacaciones?—
—Si. Unos días de descanso—
—¿Vienes sola?—
—¿Eso importa?— Me sorprendió la pregunta. ¿Era acaso su asunto?
—Estás lastimada.— Respondió con una naturalidad desconcertante.
—Creo que estas exagerando.—
—Bueno, si. Puede ser que esté exagerando— Cherry se quedó viéndome detenida.
Mike cede y se sonríe. Tiene un perfil agradable que se dibuja a contraluz con el sol del atardecer reflejándose en el mar frente a la costanera.
—De todos modos debo preguntar, si quiero invitarte a salir uno de estos días...— Continúa como si nada.
Ella se detiene a verme. Con esa expresión que parece no respirar. Ella, diablos. Se mantiene en silencio. No se si no escucho ¿O más bien la incómodo?.
Su tentador perfume se hace más notorio con el auto cerrado y el aire acondicionado que ha logrado enfriar el ambiente desde que entramos a el en el estacionamiento.
—¿Cherry tienes hambre?—
¿Escuche mal?¿Quiere invitarme?. Este rubio de pelo de a lo más tres dedos de largo, barba de dos días, ojos alegres. Actitud arrolladora ¿Quiere invitarme?
—¿Almorzaste ya?—
—¿Ahg?—
—Bueno. Vamos a almorzar. ¿Te parece?—Lo escuche de pronto. Entró en un estacionamiento antes que respondiera y detuvo el carro.
—¿Puedes caminar?—Me vuelve a preguntar con el entrecejo arrugado.
—No hay problema.—
En un santiamén se quita el cinturón y baja del auto abriendo mi puerta. Me alcanza su mano ayudándome a levantar del asiento. Con un movimiento rápido cierra la puerta y me ofrece el brazo para que me tome de el. ¿Eres así siempre? ¿O estás tramando algo?. Mi tobillo protesta un poco pero no voy a prestarle mucha atención.
El frente a mí toma la carta y revisa los menús sin quitarse los lentes de sol. Me pregunto si no tiene idea que es una enorme falta de educación. Revisó la carta de menú del Tsuruya Sushi
—¿Y qué vas a ordenar?— Interrumpe mientras estoy tratando de recordar que diablos es "cucumber" en español.
—Sashimi de salmón— Respondo entregada. Hay una gran variedad de tempuras y rolls, pero no hay nada parecido a mi favorito.
—Creo que yo quiero "Spicy seafood salad & Over the rainbow"— Le hablo al mesero.
—¿Alguna bebida para acompañar?—
—Sake tibio, el mejor de la casa. Con eso será suficiente.— Le solicita sin mucha emoción.
—Yo quiero un sorbete de lima jengibre.—Lo interrumpí de inmediato. ¿Sake?, Ni soñar con el estómago vacío. Mike se sonríe de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
CherryGirl [en corrección]
RomanceLuego del desastroso final de un primer y único romance que no creyó podría haber merecido y la destrozo por dentro, Caroline sola, se hizo cargo de dos hijos maravillosos a los que dedico todo su tiempo y trabajo, escondida tras la barra del bar, e...