CherryGirl [en corrección]

15🍒 Just breathe.

[Martes 10 de Mayo]

A minutos de aterrizar en Santiago, termino de leer el libro misterioso. Mike no tiene idea... eso fue lo que el dijo. Seria extraño que el lo hubiera elegido. Y si. Tengo la tarjeta que venia con las flores que me envió, las letras no coinciden.

La cordillera de los Andes se ve majestuosa... debe estar helado afuera, el atardecer rosa y coral esta demasiado limpio y tiñe a la montaña y la nieve de esos colores extraordinarios.

—Señorita Anglia, debido a la horrible confusión, la aerolínea,  tendrá calidad v.i.p. en sus próximos viajes.— Me habla ese pobre hombre de aduanas con cara de descompuesto y yo me descompongo aun mas, mareada, intento mantenerme serena. Pero mi mente no deja de insistir, que quizá un inescrupuloso guapo actor con ojos de cielo que conocí en mi viaje tiene algo que ver con esto. ¿Caroline que te pasa? El mundo no gira en torno a ti. Chris es exquisito. Maravilloso. Pero no tiene tiempo, ni las ganas. Es imposible que un sujeto como el pueda aburrirse, para hacer una estupidez como esa. Pero es impulsivo... lo se. No le voy a dar mas vueltas. Lo juro. Lo juro.

Una hora aproximada más tarde la van se detiene frente al Anglia del Solar. Ingreso por la puerta de servicio y subo las escaleras en dirección a la oficina.

Gabriel y Madeleine no alcanzan a verme gritan y corren saltan hacia mi llenándome de besos y abrazos.

—wooow.— Balbucea Pablo observándome desde el escritorio.— Supongo que me trajiste una.— ahhhg, seguro esta mirando mi chaqueta de cuero de motociclista de los 50.

—Olvídalo.— Respondi sonriendo. Si supiera que mi nueva chaqueta rockabilly fue otro capricho de Mike... Suspiro. Mike, Mike...

—Claro. Te convertiste en una celebridad... como te ibas a acordar de tu pobre y esforzado hermano que convenció a tus padres que te regalaran los pasajes en navidad.— Reclama con voz lastimero. —Que mas da, el gemelo abandonado.— continua.
Debe ser una broma. Tiene al menos diez sellos de ciudades cosmopolitas al rededor del mundo en su pasaporte... yo fui la que quede atascada...
—¿Al menos me vas a presentar a Johanson?.— Me pregunta subiéndome una ceja.

—¿Johanson?— ¿Como se entero?. Diablos.

Mi padre nos interrumpe en un cálido saludo. Sus ojos sostienen mi mirada unos segundos. —¿Como estuvo todo?— me habla con un tono suspicaz.

—Maravilloso.— sonrió.

Mi madre no tarda en entrar a la oficina. Y me aprieta mucho. Y sigue haciéndolo un rato mas. Estoy al borde de decirle que estoy bien, que estoy viva, que estoy completa... sana. Que esta todo bien.

—En cuanto cerremos, quiero ver las fotos.— Me hablo papá ya encaminándose al primer piso y comedor principal.

—Hay... casi nada.—

—¿Quehhh?— Responde incrédulo.

Y sus miradas se espantan al ver el tablet y teléfono quebrados.

—Mañana a primera hora... tienes que reponer estos aparatos— Pablo me habla acelerado.

—Eso puede esperar.— Madeleine se me a apegado abrazándome de nuevo. Nos vamos a casa. Mañana hay escuela.

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[Miércoles]

Como todo día normal, comenzó antes de las 6 de la mañana, alistar a los chicos para el colegio, pasar a saludar a los profesores... mas tarde al banco, a revisar que todo volviera a la normalidad con mis tarjetas, para olvidar los pagos dolares. Mi ejecutivo estaba desconcertado con los ingresos. Al parecer, de alguna forma, Mike influyo en la agencia de viajes o algo. Había un reembolso, a causa del asalto y también por la estadía en la clínica. Es insólito. Da la impresión de que pretende o esta decidido a recordarme que existe, cada dos minutos, cuando estoy tratando de volver a la realidad y dejar que la vida continué.