Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)

CAPÍTULO 11

El sonido de la molesta alarma de mi móvil me hizo despertar de mi sueño, me levante de golpe gracias a mi pesadilla. De nuevo el, el entraba por la puerta y me castigaba por escapar de casa, lo cual no era nada lindo, ya que el era algo estricto y eso era lo que más me llamaba la atención de el.
Apagué la ruidosa alarma y restregué mis ojos con la manga de mi pijama, era lunes, lo olvidaba. Me puse de pie con toda la pereza del mundo, con la pequeña caída depresiva no tenía ánimo de hacer nada, en absoluto, nada y mucho menos ir al colegio para ser testigo de como Justin sigue haciendo mi vida miserable.

Camine hacia el baño para poder ducharme. Entre en este y encendí el lavabo mientras colocaba algo de dentífrico en mi cepillo dental y lo untaba en mis dientes. Escupí toda la espuma proveniente de el dentífrico dentro de el lavabo y enjuague por completo mi boca, mire mis dientes en el reflejo del espejo, brillantes.
Me deshice de mis pijamas y entre en la regadera, para darme el tiempo de una refrescante ducha con agua a temperatura ambiente.

Cuando salí de la ducha, después de darme un buen baño, salí hacia mi habitación para poder buscar mi uniforme, eran las reglas. Además de que debía encontrar mis gafas, mis brackets falsos, y debía verme horrible, como todos los días en el colegio. Puse mi ropa interior en sus lugares, seguido coloque el uniforme sobre mi sostén y mis pantaletas. Seque mi cabello para después peinarlo en una coleta mal hecha, así debía de ser. Mi ropa era algo holgada, para poder esconder mi cuerpo de la vista de cualquier chico, eso me lo había enseñado el.

"Mientras los chicos tengan sus ojos en el cuerpo de otras chicas que no seas tu, estoy en completa calma."

Coloque mis piernas dentro de aquellos calcetines largos que cubrían mi rodilla, luego me coloque mis horrendos zapatos, según las reglas de etiqueta de el colegio. Me mire al espejo y suspire, no puedo creer que a esto haya llegado por culpa de el, de el y sólo de el.

-¿Que me haz hecho? -dije para mi misma mientras arreglaba, o más bien, desordenaba todo lo que se veía bien, así era Emily, un cero a la izquierda.

Tome mi mochila y camine hacia la puerta de mi habitación, y salir de esta. Cuando cerré la puerta a mis espaldas me tope con un cuerpo. Cuando mi vista logró enfocarlo, era un chico, su torso trabajado estaba desnudo, alce la mirada y me encontré con la de Ty, al parecer estaba dormido, o más bien, acaba de despertar. El me recorrió con la mirada y me miró algo confuso, el aún no sabe de Emily.

-¿Que haces? -preguntó mientras se estiraba frente a mi.

-Ir al colegio. -dije como si fuera algo obvio.

-Lo se, pero, ¿por que luces así? -preguntó refiriéndose a todo el disfraz.

-¿Como? Yo así soy. -dije algo frustrada a ese punto de la conversación.

-No, esta no es Aria, eres otra persona, no entiendo nada de eso de las gafas y los frenos. -dije mientras miraba aún confundido todo mi atuendo.

-Aria no va al colegio, todos la amarían y la mirarían, quiero que no me miren así. -dije mientras me escudaba de su mirada.

-De acuerdo, ya no haré preguntas. ¿Segura que iras al colegio? Ayer estuviste, mal... Y no tienes que ir sino quieres. -ofreció Ty.

-No, si quiero ir, me distraeré un poco. -dije. Lo mire y me lancé a sus brazos para abrazar su cuerpo. -Gracias por venir ayer. -dije en un susurro.

-No hay de que. -susurro besando mi cabeza mientras me envolvía en sus brazos.

Me separe de el lentamente mientras me apresuraba a bajar más escaleras. Isaac debe estar esperándome en la limusina, además de que no quiero llegar tarde, quiero ver llegar a Kylie con un brazo enyesado, nada me haría más feliz a mi en esta Tierra, claro, además de ver a Justin perdido en el amor mientras Aria, Aria sólo quiere jugar con el. Se que es cruel, lo se, pero el se merece cada una de esas cosas que le están pasando.

Salí de mi casa, encontrándome con Isaac, quien esperaba recargado sobre el enorme auto en donde me transportaba.

-Buenos días, Isaac. -dije mientras me introducía en la limusina.

-Hola. -dije el. Entró en la limusina y la encendió, condujo hasta fuera de el aparcamiento.

-Isaac, dejame... -me interrumpió.

-Algo alejada de la entrada, lo se. -dijo con algo de sarcasmo.

-Perdón, pero aún no sabe nadie. -dije cabizbaja.

-Algún día tendrás que decirles, pero hasta que no pase, te dejaré en el mismo sitio como siempre. -dijo sonriendo al retrovisor, donde lo pude ver para devolverle la sonrisa.

Me mantuve callada durante el resto de el viaje al colegio. Estaba demasiado sensible aún, no estaba lista para aún ver a Justin en el colegio mientras que me hace menos, sin el sabiendo que soy la chica a la que dijo amar, eso es lo peor.
Necesitó a esa persona ahora.

-Emily, llegamos. -dijo aparcando el auto cerca de la acera.

-Gracias, hasta pronto. -dije bajando de la limusina. Cerré levemente la puerta y comencé a caminar por la acera hasta el colegio, que no estaba nada lejos.

Estuve frente a las puertas del colegio, tenía nervios, pero eso no era para nada mi estilo. Camine dentro de el colegio, pocas miradas sobre mi, bien. Ví a lo lejos que se acercaba Justin junto con su grupo, pero no había señal de "Señorita brazo roto y vestido cortado" como yo le digo. Acelere el paso hacia mi casillero, me escudería con el, gran idea Emily, Aria si tendría una gran idea. Abrí el casillero y fingí estar haciendo algo, miraba de reojo mis espaldas asegurándome de que no se acercaran, y de paso, escuchando sus conversaciones.

-¿Es linda? -se escuchó la voz de uno de ellos.

-Es demasiado sexy, linda. Me llevó a conocer a su familia ayer, me integré, además de que hice grata amistad con su primo. -dijo una voz conocida, Justin.

-Genial, amigo. ¿Pero, y Kylie? -preguntó uno de ellos.

-Es ridícula, que busque a alguien que tolere todas sus estupideces. Yo no. -dije la voz de Justin mientras se alejeban.

Oh por Dios, hice que la pareja más popular de el colegio se desintegrara, Aria es demasiado genial. Ahora sólo falta el punto más importante, que Justin Bieber, caiga, y caiga profundo.