3️⃣1️⃣ S2

5.3K 174 30
                                    

Mi mandíbula cayó al piso y mi postura se perdió. ¿Acaso había escuchado bien? ¿No quería ir a mi boda? Mis manos comenzaron a sudar, intente ocultar mi curiosidad girando mi cabeza y observar a las niñas jugar, pero no podía, debía saber por qué.

-¿Qué has dicho? -pregunté en un tono algo ofendida.

-Nunca pensé verte caminar al altar con un hombre... Que no fuese yo. Y no sabes lo mucho que eso me destruiría.

-¿Estás hablando enserio? -dije incrédula. -Creí que habíamos superado esta etapa ya hace mucho. -hable recargándome en la silla.

-Tu lo hiciste, yo aún estoy en el proceso. -dijo encogiéndose de hombros.

-No puedes no asistir. Eres mi amigo, mi mejor amigo.

-Yo, ni siquiera sé por qué dije eso. No lo entenderías. -negó varias veces antes de rascar su nuca.

-No, dime. -insistí prestándole mi atención.

El solo me miró con paciencia, parecía preparar lo que estaba apunto de decir, peor yo quería escucharlo ahora.

-Te quiero conmigo. Quiero que vuelvas conmigo. -soltó sin más tomando mi mano sobre la mesa.

Di un enorme suspiro y me recline de nuevo en el respaldo de la silla. Aleje mi mano de la suya y me puse de pie casi de inmediato con mi bolso colgando de mi hombro.

-Parece que no has comprendido lo que te dije hace unos minutos. -dije molesta. -Me voy. -anuncie dejando unos dólares sobre la mesa.

Camine en dirección al área de juegos, me detuve en el umbral y llame a mi hija.

-Maddie, vámonos. -dije parada en el umbral de la puerta ignorando por completo los llamados de Marcel.

Maddie me miró y luego a Mindy, indicándole que era hora de irse.

-Cielo, Mindy irá con su padre. Papá nos espera en casa. -dije haciéndole un ademán para que viniera.

-Pero, mami... -hizo un puchero, incluso pensé que lloraría.

-Maddie, vámonos, ahora. -hable más firme, esta vez obedeció.

Se acercó a mí y tomo mi mano mientras yo caminaba hacia la salida con ella. Los llamados de Marcel comenzaban a ser más constantes y se acercaban.

-Princesa. -fue lo único que mi cerebro capto de las 100 palabras que probablemente dijo.

Me detuve por un momento y solté el aliento. Di la media vuelta lento hasta encontrarme con los ojos color esmeralda de Marcel, justo frente a mi.

-No vuelvas a llamarme así. -dije ente dientes para que Maddie no pudiera escucharme.

-Lo siento, antes amabas que te llamara así. -dijo con Mindy tomando su mano con sus mejillas coloradas.

Me acerqué centímetro cerca de su rostro sin dejar de mirar sus ojos, mi rostro estaba serio frente al suyo que esperaba cualquier cosa de mi.

-Ya no tengo 13 años, o 17. -solté sin más preámbulos.

Él me miró y pareció algo herido cuando lo dije. Pero no quería decir lo que en realidad tenía en mente.

-Lo siento mucho. Por lo que dije, por todo lo que hice. -dijo intentando abrazarme. Y accedí con dificultad.

Mi barbilla rozaba su hombro cuando me puse de puntillas. Acaricie su melena rizada y luego me aleje de el.

-Creo que es hora de irnos. No quiero que estas pequeñas estén cansadas como para no bailar conmigo. -dijo algo burlón mirando la sonrisa tímida de Maddie.

Daddy's Little Princess (j.b) (h.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora