Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)

CAPITULO 25

Harry llegó hace algunas semanas, pero apenas llego, me beso y ha estado encerrado en su oficina desde entonces, ni siquiera sube a dormir; solo va de la cocina a la oficina, lleva su taza de café y eso es todo.

Baje las escaleras junto con mi ropa casual de casa, camine hacia el umbral de la puerta de la oficina y lo vi ahí, el rascaba su nuca mientras leía unos papeles en su escritorio. Se desesperaba entre en monitor y los papeles. Me acerqué a él hasta estar a espaldas de su silla, lo abrace por detrás hasta poner mis manos sobre su pecho y acariciar este.
El tomo mi mano con una de las suyas y la beso, no dejaba de mirar el monitor de la computadora.

-Oye, debes comer algo. ¿Te parece si haces un tiempo fuera y cenamos? -pregunté mientras besaba su mejilla.

El gimió y se estiró para tomar mi rostro y besar mis labios con los suyos que estaban tan húmedos y suaves que me hacían delirar sobre ellos.

-Puedo hacerlo. Pero sería algo rápido. -dijo mientras soltaba mis labios y me miraba con sus ojos verdosos.

-¡Woo Hoo! -grite de emoción alzando los brazos.

El solo sonrió y yo corrí hasta la cocina, ahí estaba Lulu lavando algunos platos. Sonreí hacia ella y la abrace.

-Harry va a cenar. -dije aplaudiendo en silencio.

-Me alegro, ya era hora. -dijo ella dejando el trapo sobre la barra y suspirado.

Desde que estamos aquí, Lulu y yo hemos hecho un lazo sentimental y de amistad. Hablamos y ella sabe todo sobre mi, me ayuda y me consuela cuando se debe hacerlo.

-Oye, ¿Cómo te fue con... Justin? Habías comentado que lo viste. -dijo ella mientras encendía la estufa y colocaba ingredientes en una olla para la cena.

-No hables tan alto. -dije colocando mi índice entre mis labios. -Pues fuimos a su apartamento, y lo hicimos, solo así. -dije sentándome con las piernas cruzadas sobre la isla de la cocina.

-¿Eh? -preguntó Lulu algo sorprendida. -Dios, que lista eres. -dijo guiñando un ojo. -El es muy guapo, y apuesto que no te maltrata como Harry. -dijo Avon soberbia.

-Hey. Él no me maltrata, solo que es algo disciplinado, y yo muy rebelde y grosera. -dije mordiendo mis uñas con nervios al decir eso.

-No lo intentes. -dijo ella deteniéndome. -No hagas eso, no lo defiendas. Llevo trabajando aquí desde hace mucho tiempo, he visto a amantes irse y amantes llegar, y nadie está seguro de quien pueda llegar de nuevo. -dijo ella con algo de enojo.

-¿A qué te refieres? -pregunté.

-Sally Simón. 16 años. Fue la chica anterior a ti. Un día estaban cenando, él simplemente rompió en ira cuando ella dijo un comentario fuera del lugar, la golpeó, rompió una copa en su frente haciendo que ella se cortara. Ella durante la madrugada después de que el la hubiera violado sexualmente, ella se fue, él estuvo devastado por un buen tiempo por ese maldito problema. Hasta que decidió cambiar e ir por una chica nueva, tú. Pero sigo sin ver cambio en el, solo que sus arranques no son tan constantes, siguen ahí. -dijo ella mientras seguía cocinando, un nudo se formo en mi garganta al escuchar eso. La violó, la golpeó. Dios.

-Yo no pienso irme. No puedo. -dije casi devastada.

-Debes hacerlo. -dijo ella como sugerencia. -No quisiera que te pasara nada. -dijo ella tomando mi mano y acariciando esta.

-No me pasara nada. -dije con seguridad. -Solo quiero estar con él por qué, a pesar de que me golpea, se que me ama. -dije sonriendo con algo de falsedad.

-Como digas. -dijo ella rodando los ojos.

Suspiré un poco al razonar todo, Lulu tenía razón todo eso era cierto y no quería admitirlo por miedo, tal vez eso sea. Pero tengo más miedo de perder a Justin que a Harry.
Camine hasta la oficina de Harry y hable.

-Hora de cenar. -dije. El solo me miró y se puso de pie de inmediato.

Camino hacia mí y beso rápidamente mis labios. Fuimos ambos hacia el enorme comedor mientras Lulu colocaba todo sobre la mesa, ambos nos sentamos frente a los humeantes platos de pollo parmesano.

-Delicioso. -dijo Harry mientras tomaba mi mano y bostezaba. Las ojeras en sus ojos eran notables a cientos de kilómetros.

Lo mire algo apenas y sonreí con nuestras manos unidas sobre la mesa. Tome mi tenedor y corte un trozo de pollo, antes de acercarlo a mis labios, el simple olor de la comida me asqueo, mi estómago se revolvió y todo lo que había ingerido en el almuerzo regresaba por mi esófago. Corrí de la cocina al baño y me encerré en este, me senté frente al mingitorio, solo abrí la boca de inmediato y expulse todo lo que había ingerido horas antes. Creo que expulse incluso el desayuno.

-¡Nena, ¿estás bien?! -gritó Harry al otro lado de la puerta.

Limpié mis labios y me puse de pie, lave mi cara y mi boca con un poco de agua del grifo. Respire varias veces y suspiré por último.
Abrí la puerta y me encontré con Harry preocupado, me deje ir en sus brazos y lo abrace como nunca lo había hecho. Me sostuvo entre sus brazos y me levanto.

-Mejor ve a recostarte. -dijo el mientras caminaba hacia las escaleras para llevarme a nuestra habitación.

Subió escalón por escalón con lentitud asegurándose de que estuviera bien, mi ceño se había fruncido y mi cabeza comenzó a doler. Harry abrió la puerta de la habitación y me dejo sobre la cama, se sentó a mi lado y beso mi frente mientras me arropaba. Acaricio mi cabello y acaricio mi cuerpo.

-No sé qué pasó. Supongo que algo me debió de caer mal. -dije acariciando mi estómago.

-Eso debió ser, descansa cielo. Vendré a dormir esta vez para cuidar de ti. -dijo el acariciando mi frente y besando esta.

-Si, está bien. -dije acomodándome mejor mientras el caminaba y salía de la habitación.

Me quede pensando después de escuchar el sonido de la puerta cerrarse, pensé lo peor de esto, sabía a qué se podía referir las náuseas y todo esto, pero, ¿estaré embarazada? Esa no es la pregunta más aterradora de esta situación, un bebé, me gustaría, pero... ¿De quién sería el bebé?
Pensé un minuto más hasta que decidí descansar.

Harry se puso a mi lado después de un rato, me quede desesperada sin su presencia hasta que me abrazo. Eso me relajo, beso mi cuello y mi mejilla y me hizo quedarme dormida de nuevo.