Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)

--BONUS 8--

Jenny, como me ofreció que la llamase, me encaminó hacia la misma clase que ella, tenemos el mismo horario, y sobre todo los mismos gustos. Desde ese momento hasta el resto de las primeras 3 clases nos volvimos inseparables, bastaron esas 3 horas para conocernos mejor.
En este momento estamos en clase de español, el profesor explica toda clase de cosas sobre los adjetivos y los verbos, y Jenny y yo, simplemente nos susurramos cosas una a la otra. Gracias a Dios podemos estar en la misma la mesa conversando, ya que la mayoría lo hace y al profesor parece no importarle.

-Oye, ¿quién es ella? -señale a la chica que primero me había llevado hacia su escuadrón de chicos lindos.

-Rita Fader, es una de las chicas más populares, y su hermano Logan es un sueño. -dijo mientras miraba encantada a un lugar indeciso.

-¿Logan es su hermano? -dije con algo de confusión.

-Si, es lindo. Aunque a todas las chicas nuevas se las presenta a Logan, ya que a él le gustan las chicas lindas y nuevas, que no lo conocen aún, el solo quiere novias pequeñas. -dijo como si nada.

-¿Te pasó con el? -pregunté con preocupación.

-Si, pero fue hace mucho, y lo rechace. -dijo con orgullo.

-Esta bien, desde ahora prometo protegerte de hacer alguna estupidez. -dije alzando mi mano derecha como juramento.

-Prometo lo mismo, Aria. -dijo mientras ambas chocábamos las manos. Reímos un poco, pero hizo el ruido suficiente para llamar la atención del profesor, quien nos llamó la atención.

Solo nos dijo que la atención, después comenzó a hablar de economía y acabó hasta el final de la clase, aunque no presté mucha atención hacia el. De nuevo. Los demás chicos nos agradecieron al salir, los libramos de 45 minutos de palabras aburridas.

-Oye, es hora de irnos, ¿vienes a mi casa? -preguntó Jenny. La mire con algo de tristeza, ya que papi jamás me dejaría ir con ella, amenos de que pida un permiso.

-Mm... Espera un segundo. -dije buscando el móvil que me dio esta mañana. Jenny asintió y fue hacia la cafetería a comprar una golosina.

Marque su numero, que era el único que estaba ahí, registrado como "tu bello papi" la bocina pitó 3 veces hasta que su voz se escucho desde el otro lado de la bocina.

-¿Linda? -preguntó con confusión de mi llamada. -¿Estás bien? ¿Qué pasó? -preguntó con un tono algo preocupado de repente.

-Si, si, no es nada. Solo que hice una mejor amiga. -dije con una sonrisa, aunque él no podía verme.

-Me alegro, cielo. Pero eso no explica el motivo de tu llamada. -dijo inconcluso aún.

-Es que ella me invitó a su casa, papi. Y quería saber si... -me interrumpió de inmediato.

-Ah, no. En definitivo, no. -dijo solo así.

-No me dejaste terminar. -dije algo molesta.

-Conozco esto. Se irán, llevarán a un chico y te besara. -dijo como si tuviera la razón.

-Claro que no, ¿cuál es tu maldito problema, Harry? -dije con molestia y sin saber lo que decía. Cubrí mi boca con mi mano sobrante, con algo de susto, ya que acabo de cometer una falta.

-¿Disculpa? -preguntó algo enfadado y ofendido a la vez. -Dos cosas: 1-Para ti, no soy Harry, soy tu papi. 2-Mi maldito problema es que te quiero y no quiero que te suceda algo malo. -dijo gritando enojado por la bocina.

-S-si, lo siento, papi. -dije con la voz entrecortada.

-Llego por ti en 5 minutos, y prepara ese culito tan perfecto que tienes por qué estoy a punto de dejarlo tan morado como no tienes idea. -dijo rápidamente antes de colgar.