CAPÍTULO 10

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Estábamos almorzando, algunos charlando y otros en un incómodo y horrible silencio, como se trataba de Justin y yo. El sólo me lanzaba una que otra mirada, por el simple hecho de no decir la palabra "te amo", simplemente no podía, ni puedo aún.
Cada minuto que pasaba, sentía que el silencio se hacia más silencioso, se que era imposible, pero en estas situaciones había posibilidades.
Golpeé el hombro de Justin levemente, haciendo que su mirada viajará de el plato de carne hacia mi.

-¿Podemos hablar? -susurré cerca de el. El sólo asintio y nos pusimos de pie. Tome mi bolso y camine tras de Justin hacia un lugar con un poco de privacidad.

Fuimos a el estacionamiento para poder conversar, el me acorraló contra un muro antes de que pudiera darme cuenta. Su rostro se acercó tanto al mío con una pequeña y maliciosa sonrisa, una de sus manos se posó en mi cintura y subió y subió.

-¿De que querías hablar? -preguntó en un hilo de voz, con sus labios tan cerca de los míos.

Pero reaccione. Lo empuje fuera de mi camino y lo mire con seriedad esta vez.

-Perdón, pero, no se que me paso. -dije algo avergonzada.

-¿Que tienes, linda? -preguntó.

-Es que, es demasiado rápido, apenas te conocí ayer y ya tenemos una relación, yo nunca tuve una relación, me lo prohibió. -dije mientras contaba mi historia, oh, creó que hable demasiado.

-¿Quien? -preguntó confuso.

-Nadie, Olvidalo. -dije mientras comenzaba a tener un ataque de nervios. -Perdón, pero no puedo. -dije mientras caminaba a paso veloz hacia mi auto.

Su brazo me detuvo y me hizo mirarlo cara a cara, tenía sus bellos ojos llenos de preocupación.

-¿Significa que terminamos? -preguntó mientras acariciaba mi cabello.

-No, no quiero decir eso, somos pareja hace una hora y ha sido la mejor hora de mi vida, pero es extraño esto, yo sólo necesitó distraerme. -dije con un poco de alivio. Aunque en cierto modo era una verdadera mentira.

No estaba extraña por la relación, sino que el simple hecho de que el me mirara de esa forma, me besara de esa forma, me dijera te amo... No había visto a alguien actuar así conmigo hace unos años, y eso era doloroso, extrañaba a esa persona como alguien no tenía idea, pero el era un mentiroso, el me protegía de los chicos que engañaban cuando el mismo hablaba de las personas que son iguales a el, el me mintió, pero nunca dejaría de amarlo por nada en el mundo. El era todo para mi, y lo sigue siendo, sea en donde sea que este.

-Bien, saldremos, ¿te llevo? -se ofreció para poder despejarme un poco, pero lo único que necesitaba yo era una pijama, mi habitación, un bote de helado de chocolate, pañuelos y películas de romance que ver durante todo el día mientras me lamento por no tener una relación así.

-No, gracias, pasaré un día de chicas con mis amigas, me sentiría mejor. -dije con un poco de alegría, aunque era la más falsa. Y aunque intentaba ser fría y dura con el, yo no era así.

-De acuerdo, cuidate, ¿si? -dije mientras besaba de manera veloz mis labios y después mi frente para luego envolverme en sus brazos.

-Si, me voy, adiós. -dije alejándome para llegar a mi auto.

Cuando llegue a este me aleje lo más rápido que pude del club. Tome mi iPhone de mi bolso y llame a Lidia, la chica otra chica de servicio en casa.

Llamada.

-Residencia Harrington, ¿en que puedo servirle?

-Lidia, habla Aria.

Daddy's Little Princess (j.b) (h.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora