Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)

CAPÍTULO 3

Cuando me removí sobre mi cama, aún seguía justo como me había dormido, seguía desnuda sobre la cama envuelta en las sabanas con Cameron a mi lado, aún descansaba, se ve tan lindo durmiendo.
Me removí un poco más antes de sacudir un poco a Cameron, quien parecía estar inconsciente.

-Cam, vamos, es tarde. Debes irte. --dije mientras revisaba la hora en el reloj pequeño que había sobre mi mesa de noche. 8:43 p.m.

-Mmm, dejame quedarme, estoy cansado. -dijo mientras hacia un puchero con algo de cansancio. Cubrió su cara con las sabanas y se dedicó a seguir durmiendo.

-¿De que? --dije en forma de burla, Cam nunca hace nada pero siempre esta cansado.

-¿Crees que te follo por arte de magia? -dijo quitándose as sabanas de la cara y me miraba con esos ojos tan pervertidos y llenos de lujuria.

-No lo es. Pero, okay, sólo callate y besame. --dije mientras me acercaba a sus suaves y calientes labios. Comenzamos a juntar nuestros labios y lenguas en un caliente, apasionado, pero caliente beso.

-Cam. -me separe un poco. -Aún así debes irte. Quisiera que te quedarás, pero mis padres llegan en poco tiempo. --dije con algo de pena. Siempre tengo que hacer esto.

-Bien, no hay problema. -dijo Cam mientras se ponía de pie y caminaba en busca de su ropa, dejándome la perfecta vista de su trasero, ya que se encontraba de espaldas buscando sus cosas en el suelo.

Sonreía cada vez que sacudía un poco su trasero, y cosas así. Sólo veía como se ponía cada una de sus prendas que desde el principio llevaba puestas.
Cuando se dio la vuelta y fijo su mirada sobre mi, mordió su labio inferior y peinó su cabello hacia atras.

-Joder, Nena. Te vez tan bonita y tan caliente así. -dijo mientras acariciaba mis piernas bajo la sabana que estaban sobre mi cuerpo.

-Gracias Cam, dices lo mismo siempre que te vas. --dije con algo de aburrimiento.

-Y nunca te cansas de eso. -dijo con mucha superficialidad.

-¿De que digas eso? -pregunte.

-No. Nunca te cansas de que venga. -dijo. Me guiño un ojo ,y seguido de eso salió de mi habitación.

Me quede unos minutos más sobre la cama, sólo, haciendo nada. Cuando me levante de la cama, tome mis prendas del piso y las puse en sus lugares correctos. Peine mi cabello de nuevo y entre en mis zapatos de planta. El vibrar de mi iPhone que estaba sobre la mesa de noche me sacó de mis estúpidos pensamientos de nuevo, me acerque a este y atendí aquella llamada.

Llamada.

-Hola.

-Hola, muñeca, por fin contestas y se algo de ti.

-Zayn, Hola, ¿que cuentas?

-Sólo quería saber si estas libre mañana. Daré la fiesta de la semana y tu no puedes faltar.

-Sabes que si iré, siempre.

-Me alegró, esperó verte ahí linda, adiós.

-Chao.

Fin de la llamada.

Si. Ya tengo la primera y esencial cosa para comenzar mi venganza, ser invitada a la fiesta. Luego, todo se iría dando de poco a poco. Deje el móvil sobre la mesa de noche y salí de mi habitación.

Estaba bajando las escaleras cuando ví entrar por la puerta principal a mis padres. Sus rostros estaban hundidos en los móviles y no cruzaron palabra entre ellos o conmigo, sólo siguieron su camino hasta que cada uno entro a su oficina. No me sorprende, esto es como un día normal para mi. Seguí mi camino hasta la cocina, donde me serví un poco de agua en un vaso y me senté en los bancos de la barra mientras bebía todo el contenido de mi vaso.
Cuando deje el vaso completamente vacío, lo deje dentro de el lavaplatos.

Asome un poco mi cabeza a la oficina de mamá. Ella estaba tecleando algo en su computadora mientras que tenía el teléfono en su oído, atendiendo sus llamadas. Cuando dejó el teléfono a un lado, tome algo de aire u me digne a entrar. Me senté en las sillas frente a ella y la observe hasta que ella notará mi presencia. Y no fue mucho tiempo. Ella hizo contacto visual conmigo y habló.

-¿Que quieres? -dijo algo estresada.

-Quería saber si podemos cenar los tres, juntos. -pregunte con algo de pena, mientras acariciaba lo largo de mi brazo con la mirada algo baja.

-Aria, no podemos, estamos ocupados, ¿que no ves? Mejor cena tu, ten dinero por si quieres salir. -dijo mientras extendía unos cuantos dólares hacia mi.

Lo que hice fue que los tome y camine fuera de su oficina algo molesta, que digo algo, estaba furiosa, es tan difícil prestarme 5 minutos de su atención, creó que no.
Pero aún así, moría de hambre. Tome las llaves del auto, que estaban en mi alcoba, y tome un pequeño suéter además de mi móvil, no salgo de casa sin el.

Salí de casa y encamine mi paso hacia mi bello auto. Cuando llegue hacia el, me adentré y lo encendí, para luego poder conducir hacia algún lugar donde pudiera alimentarme. Sólo vagaba por las calles, aún no sabía que comería esa noche. Ví un establecimiento de hamburguesas, y no me resistí, me aparque inmediatamente y baje lo más rápido que pude del auto hasta aquel lugar.

Entre y el olor de carne asada enamoró mis fosas nasales, en verdad era delicioso. Me pare enfrente de una chica que estaba en el mostrador y ella tomó mi orden. Me pidió que tomara asiento, ella me llamaría cuando mi orden estuviera lista.

Me senté en la barra mientras acomodaba mi pequeño suéter en mi torso, ya que a pesar de estar adentro, hacia demasiado frío. Saque mi móvil y comencé a enviar textos con Cameron, al parecer ya había llegado a casa y estaba aburrido, comentábamos tonterías y cosas por el estilo hasta que todo se arruinó.

Una persona tomó el asiento libre a mi lado izquierdo, desvíe la mirada de mi móvil para fijarla sobre la persona que estaba a mi lado, nada más y nada menos que Justin, Justin Bieber.
El ojimiel me miró por segundos y luego una pequeña sonrisa se esbozó en sus labios.

La chica del mostrador grito mi nombre desde su lugar y llamó mi atención alejándola del ojimiel. Me levante de mi asiento y camine hacia la chica. Ella me dio una bolsa con toda mi comida y yo le di el dinero que mamá me había entregado.

Cuando me aleje para poder irme pase cerca de Justin, quien estaba cerca de la puerta.

-Hey. -me llamó el, yo sólo gire mi cabeza y lo mire con algo de miedo. -Justin. -dijo mientras extendía su mano hacia mi, la mire con algo de desconfianza. Y lo único que pudo hacer mi cuerpo en ese momento fue, correr. Corrí hacia mi auto donde deje las cosas y aceleré a fondo hasta alejarme de ahí.

Que miedo, Justin Bieber quiso ser mi amigo.... Esto será más fácil de lo que creí.