Este día es mi primer día de escuela, yo al menos me negué, pero papi insistió con la excusa de que sería horrible tenerme todo el día en casa, además de que le sería útil mientras él trabaja. Aunque es mucha presión, ya que nunca me lleve bien con nadie en el colegio, mi único amigo era Camerón, pero el era unos grados mayor que yo y no lo podía ver tan seguido. Esa mañana papi fue a mi habitación a levantarme.
-Nena, es tu primer día de escuela, ¿no te emociona? -preguntó intentándome subir el animo.
-No papi, ¿y si son malos conmigo? -lloriquee mientras me sentaba en la cama.
-No te preocupes. Te compré esto. -dijo sacando un móvil de sus espaldas.
-Papi, gracias, pero... No era necesario... Yo... -no me dejó terminar de hablar.
-Por cualquier situación que ocurra. -dijo antes que nada. -Debemos estar en contacto. -dijo acariciando mi mejilla con ternura.
-Gracias, papi. -dije dándole un cálido abrazo mientras él lo correspondía.
-Y ya sabes, no quiero nada de teléfonos de chicos y mucho menos que hagas amistad con ellos, ni menores ni mayores que tú. -dijo firme señalándome con su dedo índice. -Hay gente que solo te quiere de manera física, y no permitiré que te lastimen, nunca puedes querer a nadie que no sea yo, por que yo no querré a nadie como te quiero a ti, ¿Okay, linda? -dijo mientras yo analizaba cada palabra que salía de sus perfectos labios.
-Si, lo prometo, papi. -dije mientras asentía y me acercaba a besar sensualmente sus labios.
-Date prisa. -dijo mientras salía de mi habitación dándome privacidad.
Me puse de pie y me dirigí al baño para tomar una ducha, lo más rápido que pudiese.
Cuando salí de la ducha, que no tarde más de 20 minutos dentro, me dirigí al sofá de mi habitación donde estaba tendido perfectamente el uniforme del colegio, así es, debo llevar un odioso uniforme. Me puse mi ropa interior y seguido me coloqué el uniforme de poco a poco mientras me veía al espejo de cuerpo completo de mi habitación, para asegurarme de que todo en mi estuviera en orden.
El sonido de la puerta al abrirse me interrumpo.-¿Necesitas ayuda, cielo? -dijo papi asomando su cabeza por la puerta.
-Con mis calcetines, por favor. -dije sentándome en la cama con los calcetines a un lado de mi cuerpo.
Él entró encantado y tomo uno de los calcetines que llegaban apenas a cubrir mi rodilla, estos eran algo cortos. Papi lo subió a lo largo de mi pantorrilla para acabar depositando un beso tierno y húmedo en mis muslos. Con el otro calcetín realizó el mismo procedimiento, solo que esta vez al sentir sus labios tibios y húmedos en mi piel, me hizo gemir. Él me miró con sus bellos ojos y me sonrió con picardía al ver mis ojos llenos de exultación.
-Eres demasiado hermosa. -dijo poniéndose a la altura de mi rostro.
-Tu eres el hombre más guapo que ha estado en mi vida. -dije acariciando su cabello que caía por sus hombros.
-¿Han habido más? -preguntó mirándome algo ofendido.
-No, claro que no. Y no quiero que exista nadie más. El poco tiempo que te conozco te e tenido cierto afecto, te amo, papi. -dije mientras su rostro se acercaba cada vez más hasta besar mis labios. Sentir su lengua tan juguetona junto a la mía era incomparable.
-Yo también te amo, princesa. -dijo separándose un poco de mis labios, luego morder mi labio inferior y tirar un poco de el, haciéndome gemir en sus labios.
-Basta, papi, sino acabaremos en la cama teniendo sexo. -dije riendo un poco.
-Tienes toda la razón. -dijo riendo de la misma manera que yo y besando mi frente. -Vamos, el desayuno casi está listo, Lulu lo está preparando, voy a peinarte. -dijo mientras caminaba al tocador y tomaba mi cepillo y comenzaba a cepillar mi cabello.
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Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)
Fanfic"Mi hija Maddie lo necesita a su lado, es su padre. Ella lo necesita... Yo lo necesito." Daddy kink. Contenido sexual.