CAPITULO 23

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Recogí mi cabello en una coleta mientras me miraba fijamente en el espejo del baño, se escuchaba la voz de Harry hablando por teléfono en su oficina que estaba a lado de nuestra habitación. Salí del baño cerrando la puerta a mis espaldas, camine hacia la enorme cama con sábanas blancas y almohadas del mismo color, era neutral pero elegante. Ocupe mi lugar en la cama dándole la espalda al lugar donde Harry duerme, aún no sé si está bien conmigo. Se siente la tensión entre nosotros, en la cena no hablamos, así como tampoco hablamos mientras estábamos lavando los platos y me preocupaba; normalmente siempre que nos hemos peleado no tarda más de una hora en disculparse, o aveces suele estar peleado todo el día, pero en las noches cuando le doy la espalda como ahora lo hago, desnuda mi hombro con delicadeza y lo besa con sus húmedos y fríos labios. Eso siempre me hace saber que todo está bien. Ahora no sé si lo este.

La puerta se escuchó al abrirse, no podía verlo pero sabía de quién se trataba. Entro al baño y abrió el grifo, solo esperaba pacientemente a que el entrará en la cama conmigo y haga lo que sea que haga, pero que no me ignore más.
Cerró el grifo y se escucharon sus pasos hasta la cama, sentí como se acomoda a sobre esta, pero solo esperaba sentir sus dedos sobre mi hombro, pero ese momento no llego.

-Harry... -hable con lágrimas a punto de salir. Pero lo evite a toda costa.

-Mmh. -gimió en respuesta. Respire hondo haciendo que la lagrimas no se hicieras presentes pero algunas simplemente salieron.

Me di vuelta. Él me daba la espalda, la cual tenía descubierta por la falta de una camisa. Algunas lágrimas silenciosas andaban por mi rostro y el aún no lo notaba.

-Mírame, por favor. -suplique. El solo gruño molesto y se dio la vuelta, encontrándose con mis ojos hechos agua.

-¿Si? -preguntó intentando ser fuerte para no consolarme, pero todo él decía preocupación.

-Lo siento. Siento ser tan insolente se es, pero solo quería que confiaras en mi. Ahora tenemos algo en común, una vida. Necesitamos ser uno mismo y lo intento pero he fallado... Lo siento. -dije pasando mi antemano por mis mejillas para limpiar mis lágrimas.

El solo asiento mientras me veía sin ninguna expresión. Abrió sus brazos lentamente y se acercó a mí. Me recibió en sus brazos mientras sollozaba en su hombro.

Nunca había llorado por rogarle a un hombre, y tenía planeado nunca hacerlo, pero esto es diferente a todas las demás relaciones.
Suspiro hondo y se separó de mi. Puso su manos sobre mi mejilla y me devoró los labios en un cálido y tierno beso, todo tomo tono cuando ambas lenguas llegaron. Sus manos se metieron por mi blusa para acariciar mis caderas y mi cintura. Las mías fueron de su rostro hasta su espalda que estaba descubierta, de ahí corrieron hacia sus rizos largos que caían por sus hombro.
Su cuerpo estaba sobre mi, dándome caricias y haciéndome sentir bien.
Me separe de el mientras sensualmente lamia mis labios donde antes había estado su lengua.

-Te amo. -dije mientras tragaba en seco y miraba sus deliciosos labios que estaban algo hinchados por la acción.

-Yo también. -dijo mientras se inclinaba para besar la parte sensible de mi cuello.

Gemí mientras cerraba mis ojos y me dejaba llevar por el placer. Hacia algunos chupetones que seguro dejarían marca, se sentía bien. Hale de sus rizos largos y este gruño cerca de mi oído.

-Harry. -lo llame para detenerlo. El busco mi mirada y me trasmitió preocupación. -¿Haremos esto? -pregunté.

Él me miró algo confuso y con obviedad, sé que la respuesta era obvia pero aún así no comprendía.

-Si. Si es que así lo quieres, princesa. -dijo mientras acariciaba mi mejilla algo hinchada por el llanto.

-Claro que lo quiero, pero... Quiero que me hagas el amor. -dije con algo de rubor en mis mejillas.

Nunca le había pedido eso, entre nosotros solo era sexo, pero creo que era hora de un cambio.

-¿El amor? -preguntó con inocencia. -Nena, siempre te hago el amor. -respondió.

-No, me refiero a que... Quiero que esto sea lento y que lleve su tiempo, que me beses cada vez que puedas y que sea necesario, que tus embestidas me enamoren. Eso quiero. -dije mientras acariciaba sus tatuajes sobre su pecho.

-Tus deseado son ordenes. -dijo para luego deshacerse de nuestras prendas.
Una por una.

Sus labios fueron de mi abdomen hasta mi boca, saboree cada beso de su parte en ese momento, suspire cuando sentí sus manos en mi espalda desabrochar mi sostén, dejando a la vista mis pechos. El los acaricio con ambas manos mientras yo cerraba mis ojos y hacia mi cabeza hacia atrás. Mi espalda se arqueo al sentir su respiración sobre mi feminidad, mordió mis bravas y se deshizo de ellas con los dientes. Si algo puedo salvar de el, es que es demasiado caliente.

-Amor. -gemí cuando sentí un lengüetazo en mi húmeda feminidad.

Apreté las sabanas con mis uñas cuando sentí uno de sus dedos en mi interior. Mientras su lengua le prestaba atención a mi clítoris.

-Harry, vamos. -gruñí cuando sentí mi cuerpo pedir más.

Se quitó los bóxers frente a mí dejando a la vista su erección, estaba mirada y algo hinchada. Fue hacia el cajón y de ahí tomo un pequeño paquete, lo abrió y colocó el condón sobre su longitud. Se acercó a mí y me penetro.

-Cielo. -jadeo cuando entró en mi. Su miembro estaba palpitando, lo que me hacía sentirme aún mejor.

Sus embestidas eran cariñosas y lentas, aunque bruscas en su momento. Unas embestidas más bastaron para que su ritmo tomará velocidad. El placer combinado por la lujuria me hizo dar varios gemidos combinados con los gruñidos que salían desde lo más profundo de Harry.

-Dios... Si. -gimió mientras me embestía y hacia su melena castaña la hacia atrás con una de sus manos libres, ya que la otra estaba sobre mi cintura impulsándome hacia abajo para más profundidad.

Nuestros gemidos eran uno mismo, así como nuestras respiraciones se mezclaban. Sus ojos eran más oscuros cuando me miraron. Intenté hacerme hacia el para besarlo, pero de un solo empujón me llevo de nuevo a la cama sin dejar de embestirme una y otra vez, más rápido cada vez.
Sentí mi cuerpo llegar a su climax mientras Harry llegaba algo después.
Ambos suspiramos. Me incliné hacia él y tome su polla entre mis manos, retire condón de esta y lo mire con deseo.

-¿Pero qué... -se quedó callado cuando introduje su polla en mi boca. Jugueteaba su polla con mi lengua y la raspaba levemente con mis dientes. -Madre mía. -gimió cuando comencé a mover mi boca para que su polla entrará y saliera de mi boca.

-Vamos amor, vente para mí. -gemí deseosamente mientras lo sacan por unos segundos para masturbarlo, y lo llevaba de nuevo a mi boca.

Hice mis movimientos más rápidos y con un ritmo sensual hasta que sentí todo su semen caer a mi boca. Estaba tibio y enseguida me lo trague.

-Aria, Dios, vas a matarme con esa boquita tuya. -dijo exhausto mientras se metía en la cama conmigo y me besaba con una bella sonrisa en sus dientes.

Nos cubría la sabana mientras ambos nos dábamos calor el uno al otro, nos abrazamos por un buen rato hasta que por fin Harry se quedó dormido.

Solo un horrible pensamiento corría por mi mente. Era el mismo de siempre , ¿Harry me amara? ¿Yo amaré a Harry? Solo puedo saber una cosa que está más que clara, yo no quiero una vida con otra persona que no sea Justin Bieber. Me dolerá tener que engañar a Harry por qué él es frágil, pero el corazón quiere lo que quiere.

Daddy's Little Princess (j.b) (h.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora