Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)

NINE S2

Me quede observando ahí, perpleja, tenía enfrente a la mujer que me dio la vida, pero que no se interesó en estar en ella.

-Aria, Dios. Te habías ido por años... -dijo mi madre con lágrimas en sus ojos, camino hacia mi y me abrazo.

Correspondí a su abrazo impidiendo que una lágrima se saliera de mis ojos, pero fue inútil, en un momento estaba abrazando a mi madre y llorando como loca.

-Te extrañe. -admitió ella cuando nos separamos y ella se limpiaba las lágrimas de las mejillas.

-Yo también lo hice. Y mucho. -dije haciendo lo mismo que ella.

Su mirada de hacia Camerón y ella sonrió con orgullo. Ella sabía que debíamos terminar juntos.

-Hola, Camerón. -dijo mamá saludándolo apropiadamente.

Después de pasar el momento sentimental, me extrañe que mama no preguntase por qué me fui de casa, o algo así, y cuando quise preguntar por qué no había dicho nada al respecto sus palabras me llegaron al corazón.

"No me importa, lo que me interesa ahora es que tengo a mi hija después de tanto tiempo, eso es lo que desee por siempre. Te amo, hija. "

Ella es mi madre.

-Y, ¿qué haces en Atlanta? -le pregunte mientras bebía del café que estábamos compartiendo en un Starbucks cercano al que Camerón nos llevó para poder hablar mejor.

-Negocios. Estaba por entra al edificio donde estabas para recoger unos documentos de tu padre. -hablo ella remojando la bolsa de té dentro de la taza con agua hirviendo.

-Cierto, ¿dónde está? Tengo que decirles algo y me gustaría que estuvieran los dos juntos. -hable con una sonrisa mientras miraba a Cam quien me animo con una sonrisa.

-!¿Se van a casar?! -preguntó mamá con emoción. Ambos negamos y reinos un poco.

-No, quiero que conozcan a alguien. -hable con un brillo en mis ojos, no podía esperar para que conocieran a Maddie.

Desde que Maddie tiene memoria siempre ha querido conocer a mis padres, o a los abuelos como ella los llama. Pero la respuesta siempre ha sido la misma al igual que vías hablaba de Justin, "trabajo"
Basta de mentiras hacia Maddie, no existe otro pariente lejano al que ella quiera conocer. Y eso es todo.

-Bien. Me siento emocionada. -dijo mamá mientras tomaba de prisa su teléfono de el bolso y marcaba un número. -Cielo, ¿adivina a quien me encontré? -dijo mamá con emoción al teléfono. -No, tonto. ¡Aria! Si, nuestra hija. Estamos en un Starbucks en la avenida principal. ¡Lo sé! Tiene algo que decirnos. ¡Necesitas venir. Rápido! -y con eso mamá colgó el teléfono.

Cam y yo reímos un poco y seguimos pasando el rato los tres hasta que vi a papá aparecer por la puerta. Llevaba un traje que mamá y yo le habíamos obsequiado cuando yo tenía 11 años, nos busco emocionado con la mirada hasta que dio con mis ojos. Corrió literal hacia mí y me tomo de la silla y me levanto del suelo, me abrazo con todas sus fuerzas mientras besaba mis mejillas como loco.

-Hola a ti también, papá. -hable mientras me dejaba de nuevo en el suelo. Tome asiento así como el después de saludar a Camerón.

-Es que no lo puedo creer. -hablo dejando sus cosas en el perchero. -Pasaron años. Y... Nos dimos cuenta que te fuiste por qué no te dábamos la atención que merecías. -hablo papá avergonzado igual que mamá. Ambos buscaron mis manos y cada uno tomo una. -De verdad, lo sentimos. -hablo papá por los dos.

-Eso ahora no importa, el pasado pasado, ahora estamos de nuevo juntos y es lo que importa de verdad. Claro que los perdono. Son mis padres, los amo. -hable mirando a cada uno mientras ambos sonreían con orgullo al escucharme hablar como toda una mujer, en lo que me había convertido.