Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)

CAPITULO 31

3 meses después.

Han pasado tan solo tres meses desde que Maddie nació. Se ha vuelto una bella bebé, su cabello es rubio y sus ojos son castaños, ella es la figura de Justin, y cada vez que la veo, lo recuerdo, y me encanta.
Desperté envuelta en mi bata de satín y camine hasta el cuarto de Maddie con él wokitoki en mi mano, había despertado hace mucho, y al escucharla llorar, me puse de pie y fui hasta ella. Abrí la puerta de su habitación y ella estaba parada sosteniéndose de las barandas de su cuna, y lloraba mucho.

-No llores, mi pobre bebé. -dije caminando hacia ella y tomándola en mis brazos viendo cómo se calmaba con mi tacto. Cuando me miro ella simplemente sonrió, aunque es algo gracioso tomando en cuenta que ella no tiene dientes. -Hora de comer, mi amor. -dije dando muchos besos sobre su mejilla regordeta.

Ella comenzó a reír con gracia, y llevándola entre mis brazos bajamos juntas hacia la cocina. Lulu estaba preparando el desayuno desde hace unas horas, ella siempre se levanta temprano y hace sus labores.

Maddie usaba un mameluco de peluche color púrpura con corazones del mismo material. Ella tenía sus ojos algo irritados por el llanto, pero sólo miraba  a la nada mientras yo la llevaba entre mis brazos.
Llegamos a la cocina y vimos a Lulu cocinado en la estufa, el biberón de Maddie estaba sobre el comedor pequeño, lo tome y se lo entregue. Ella comenzó a succionar de este y a beberlo con tranquilidad.

-Buenos días. -dije saludando de manera amigable a Lulu, ella hizo lo mismo y beso la mejilla de Maddie.

-Buenos días a ambas. -dijo sonriendo. -El desayuno estará en minutos, si quieren siéntense de una vez. -ofreció, yo asentí y camine hacia el comedor principal.

Me senté en la cabeza de esta y senté a Maddie en la mesa frente a mí. Ella seguía bebiendo de su botella, mientras yo tarareaba una que otra canción infantil para que ella permaneciera tranquila.

-Bebé. -dije mientras de su leche brotaban algunas gotas que se derramaban por su pijama. -Cuidado. -avise limpiando su ropa con una servilleta.

Justo cuando me ponía de pie para ir a cambiar a Maddie el timbre sonó. Mire extrañada por la hora, era algo temprano. Camine hacia la puerta con cuidado mientras Maddie permanecía con su leche, abrí la puerta principal y me encontré con Liam, Louis y Niall con una sonrisa.
Sonreí de la misma manera al verlos.

-Alguien pidió un abogado. -dijo Liam mostrando su portafolio con algunos papeles.

-Si, lo pedí hace tres meses. -dije con sarcasmo. Me miró con algo de molestia y me saludo.

-Ella debe ser Maddie. Hola, cielo, soy el tío Liam. -dijo él con una voz demasiado graciosa haciendo que ella dejará su botella y se ríase.

Louis y Niall se volvieron locos con ella, se lanzaron sobre mí y me la arrebataron, comenzaron a besarla y a lanzarla al aire. Ella solo se divertía y reía sin parar.

-Hola Louis, hola Niall. -dije con sarcasmo al ver que ellos no me habían saludado.
Se sonrojaron y ambos me dieron un beso tierno en la mejilla.

-Lo siento. Es que ella están linda y tan parecida a Justin. -dijo Louis con ternura hacia ella.

-Lo sé. Es como Justin en mujer, y pequeña. -dije al mirarla y ver que ella brillaba tal  y cual Justin.

-¿Cuándo piensas decirle? -preguntó Liam con cuidado mientras acariciaba las mejillas de Maddie.

-No lo sé. Debo esperar a que Maddie tenga más edad. 5 años tal vez. -dijo peinando mi cabello con mis manos. -Debo hablarle sobre él y decirle quién es y que si tiene un padre. Primero quiero que el este listo, además de que no quiero alejarla, pero quiero que Justin madure un poco antes de decirle. -admití con orgullo. Maddie era todo para mi. Y yo necesitaba que de la misma forma lo fuera para Justin.

Liam me encamino con una palma sobre la espalda hacia el enorme comedor.
Ambos tomamos asiento y esperamos a Lulu con el desayuno.

-Lulu, que sean 2 platos. -dije a lo lejos. Ella asintió y siguió en lo suyo.

-Bien, empecemos. -dijo Liam abriendo su portafolio, y de este sacando un documento que se veía demasiado extenso, estoy nerviosa.

Justin POV

Estaba saliendo de mi casa. La oficina me espera, ya era algo tarde. Pero soy el jefe, llego a la hora que yo quiera. Mi móvil sonó dentro de mi bolsillo, lo busque dentro del saco hasta tomarlo y contestar la llamada de mi buen amigo Zayn.

Llamada

-¿Qué pasa, Malik? -pregunté.

-Tenemos que hablar. Justin... Eres padre.

-Wow, gracias. Sé que soy muy cool, pero deja tu lado mexicano para después y dime qué pasa en realidad.

-No, Bieber. Joder entiende. Hace tres meses Aria tuvo un bebé. Tú bebé.

Me quedé paralizado en la línea. ¿Había dicho mi bebé? ¿Mío? ¿Un bebé de los dos? Respire varias veces analizándolo todo lo que pasaba por mi cabeza y lo que sentía. Sentía enojo por nunca decirme, pero a la vez sentía una enorme alegría que no se podía apagar con nada del mundo, esa sensación tan emocionante. Yo era padre y tenía una familia con una chica maravillosa. Aunque estaba algo molesto igual, han pasado tes meses y ningún "Justin tengo un bebé tuyo"

-¿Quién te dijo eso? -pregunté con una sonrisa en mi rostro, aunque aún sonaba serio y derecho.

-Tengo un amigo que vi hace unos días. Liam Payne. Resulta que hablamos y Liam es su abogado, me contó de su bebé, de el raro juego que llevaba con su ex... -lo interrumpí de inmediato al escuchar la palabra "Juego"

-¿Juego?

-Si, tal y como es. Pero si quieres saber más te veré en tu oficina enseguida. Voy de camino para aya, hablamos con más comidas. ¿Okay?

-Si, nos vemos. Y gracias infinitas.

Fin de la llamada

Mi estómago revoloteo al escuchar la palabra bebé y tuyo en la misma oración. Era sorprendente, todo este tiempo, en Atlanta, buscando a Aria, y no sólo la encuentro a ella, sino a él o ella, no me interesa que sea, es mi bebé y eso es todo lo que cuenta por ahora.
Tome las llaves de mi auto y con él autoestima en alto y la alegría y emoción por las nubes, salí de mi mansión y corrí hacia mi auto. Me acomode en este y lo encendí, lo acelere a fondo y literal volé a mi oficina. Necesitaba saber todo sobre mi familia. Pero quería saber más sobre Aria, ella era un misterio, lo que sabía de ella todo mundo lo sabía, era momento de que se abriera a los cambios y confiara en mi.