SHIELD y gatos

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Había explosiones, fuego, llanto y humo. Todo el lugar era un completo caos, las personas corrían de un lugar a otro tratando de estar seguros, la policía, el ejército, inteligencia gubernamental... todos estaban allí.


Active la ultima bomba y me escabullí por el drenaje, 20 minutos después y lejos de la ciudad la ultima bomba explotó. La misión fue un éxito, el hospital fue destruido en su totalidad.


Abro los ojos, son las nueve de la mañana y un cálido sol entra por la ventana, bufo, quiero seguir durmiendo.


-Bebé... bebé, despierta.


Algo me mece suavemente, me acurruco más haciéndome bolita para dormir más cómoda.


-Nat, es hora de despertar...


Hago un puchero y un gesto con la mano.


-Ahorita no joven, gracias -dicho inconscientemente esto volví a taparme con las sábanas dispuesta a dormir.


Pero parece que es destino no quería que durmiera. Una risa, una muy bella y contagiosa sonó. Entre en razón y me senté de golpe en la cama.


-Oh, Steve -empecé a palparme el pelo tratando de acomodarlo y di una pequeña risa que sonó algo nerviosa- Este, em... ¿Qué haces aquí?


-¿Sabes que? Ahora si que eres la más linda por las mañanas -sonrió- Vine a despertarte, debes comer algo y luego tomar unas medicinas.


Me quede desconcertada, "Vine a despertarte, debes comer algo y luego tomar unas medicinas" ¿Quien demonios en el mundo hacia eso? Fruncí el ceño, ¿Por que Steve haría eso por mi?


-¿Pasa algo? -inquirió.


-Es extraño que hagas eso...


-Claro que no es extraño -río- Es normal que alguien lo haga cuando se preocupa -hablo diciéndolo como si fuera lo más obvio del mundo.


O tal vez si lo era.


-A veces olvido que eres tan a la antigua -la verdad que se me hace extraño, creo que nunca había tenido a alguien preocupándose así por mi.

No estaba en mis planes: Hundiéndonos en la obscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora