Jefe AS

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AS había entre cerrado la puerta de la bóveda y había metido al gerente con el. La mayoría de los trabajadores y clientes que estaban secuestrados habían salido corriendo, había algunos que tenían algunos golpes, pero nada grave. Lo más grave era el hombre al que hirieron en el brazo, pero por como vi la herida no le provocaría problema alguno y en días estaría bien.



Ahora mi temor es que AS mate al que abrió el lugar.


Me limpio la sangre de la mejilla y jadeante por todo el esfuerzo me acerco para abrir la puerta gigante de la bóveda. Cuando la vi no encontré nada más que al tipo que la abrió, obviamente horrorizado, y unas cosas de valor como toneladas de oro, pilas de miles de dólares, euros, yenes y todo tipo de peso de varios países. Se guardaba una fortuna de billones en cantidad, puede que hasta más. Tal vez le pertenezca a Carlos Slim o alguien importante. Justo cuando iba a preguntar donde estaba el jefe, siento algo sumamente pesado caer en seco encima de mi.


Suelto un quejido por semejante bestia, el aire se había ido de mi. El tipo estaba en el techo y cuando entre se tiró encima de mi. Levantándose un poco me giró, haciendo que quedará frente a él, pero no podía ver su rostro. Estaba muy bien tapado, aun trataba de conseguir aire cuando esquive el puño que venia justo a mi rostro. Cuando se estampo en el suelo, al lado de mi cara, pude ver que una grieta se hizo en el lugar.



-Ni con mil reconstrucciones hubiese tenido de vuelta mi nariz, seria como Voldemort toda mi vida.



Levante la rodilla dándole justo en su zona de máximo dolor. Aproveche rápido el momento para deslizarme y alcanzar la ametralladora, alejándome lo más posible. Fui haciendo un camino de balas arrinconandolo hasta la esquina.



-Corre, llama a la policía, los vengadores. Quien sea -aproveche para que el hombre saliera del lugar y ya no corriera peligro.



Iba a continuar disparando, pero todos sabemos de mi pésima suerte. Se me acabaron las jodidas balas. Lance el arma y me puse de pie. Ya no había nadie más que el y yo.


-Eres muy ágil mujer -el hombre de la máscara hablo.



-Ya lo sé, me lo dicen todos los días -sonreí de lado y me abalance sobre el tipo portando solamente la navaja.



El, como si no hiciese mucho esfuerzo, con su brazo me lanzo unos metros lejos. Estaba por atacar pero un ruido en el intercomunicador se hizo presente. 



-!Banda Rouge nuit, un placer que nos encontremos aquí ¡



Me quede paralizada un momento.



-!¿NO ME SALGAS CON QUÉ OTRA BANDA DE CRIMINALES VENIA AQUÍ PERO AHORA QUIEREN TENER UN DUELO A MUERTE CUANDO SÓLO ESTAMOS TU Y YO?¡ -le grite histérica al AS.

No estaba en mis planes: Hundiéndonos en la obscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora