No estaba en mis planes: Hundiéndonos en la obscuridad

Adiós

Cálidos rayos de sol golpean parte de mi cuerpo todavía adormecido, así que me doy un tiempo para despertar por completo y abro los ojos. 

Esperaba ver ropa desperdigada por la habitación, convirtiéndola en un chiquero, pero mi ropa se encontraba doblada en una silla y la de Steve simplemente no estaba. Me di la vuelta para asegurarme de encontrármelo ahí dormido, pero me gané un dolor de músculos, como cuando haces mucho ejercicio. Para colmo Steve no estaba.

Suspiré pues tenía ganas de verlo recostado a mi lado, durmiendo plácidamente como el bebé que es. Aunque no lo tenía junto a mí, los recuerdos de la noche pasada me hacen sentir cual adolescente con su primer amor, sentí toda una ráfaga de balas en mi estómago a velocidad impresionante y hasta un calor cubrir mis mejillas. 

Pero el recordar que estas son mis últimas horas con mi familia, con mi Steve... recordar eso duele, pero trato de aferrarme a los recuerdos hermosos y el saber que lo hago por el bien de todos me da fuerzas de volver y más fuerte que nunca.

Me levanto y me doy un baño rápido, me miro en el espejo preparándome a mi misma, todo tiene que salir bien, sin ningún error.

Sigo la rutina de siempre, cuando estaba por hacerme un desayuno Tony me interrumpe, palmeando fuertemente al aire.

-!Vamos, vamos, vamos¡ No hay tiempo de comer, ve por tus cosas y ponlas en tu auto. Steve no tiene auto así que dijo que se iría contigo, yo voy al frente, luego Clint con Wanda, Pietro y Visión, detrás Barnes con Sam y finalmente tu con el Cap. Iremos separados a distancias de quince minutos para evitar ser muy obvios y Viernes les estará guiando, descontinué a JARVIS. Partimos en unas horas.

-Pero... no puedo llevar a Steve, en mi carro solo caben mis pertenencias y yo, es pequeño.

Tony me miró con los ojos entrecerrados unos segundos.

-Cierto... pero tampoco quiero prestar otro carro y que lo use Rogers. Tal vez puedo ponerlo con Sam y James y sus cosas con Clint, después de todo Wanda no lleva muchas cosas y podremos tirar la mayoría de las de Pietro. Si es necesario luego hacemos otro viaje.

-¿Dónde está Steve?

-Dijo que quería comprar unas cosas, no sé que cosas -su teléfono empezó a vibrar y lo sacó de el bolsillo de su saco, haciéndome una seña de que espere- Pepps, amor, ¿te diste cuenta que Edward Anthony ll es el mejor nombre para el bebé...?, no te alt... entiendo. Tranquila amor...

Salió por completo de la cocina, dejándome sola y mis pensamientos. No tengo idea de cuando volveré pero si regreso después del nacimiento del bebé y descubro que tiene ese nombre, desaparezco de nuevo y esa vez para siempre. 

Tengo éxito en depositar mis cosas en el auto sin ninguna sospecha de mis planes y confirmo con un colega que el helicóptero se encuentre en su punto a la hora acordada. Le envío un mensaje a Nick para vernos y justo cuando tengo una confirmación de su parte, un estruendo detrás de mi me sobresalta, haciéndome pegar un brinco.