El inicio de los problemas

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En alguna parte de la nueva base de Los Vengadores

-Tienes que jurarme que no se lo dirás a nadie a menos que yo te lo pida... -El soldado del invierno miraba atento a Sam, quien no entendía que estaba pasando después de ser arrastrado por el soldado a un lugar lejano de la base.

-Está bien, pero dime ya, solo me estás asustando -declaró acomodándose la chaqueta.

-Bien... creo tener una idea de lo que está sucediendo con Natasha. No sé donde está exactamente, pero estoy seguro que es Rusia. En mi opinión es Moscú o Volgogrado, teniendo en cuenta que en Moscú se encuentra el centro de todo lo que se pueda relacionar con ella: espionaje, gobiernos, información, etc., y Volgogrado es donde nació. No te voy a contar una historia que no te incumbe, pero ese tipo y Natasha tienen muchas cosas que saldar. Creo que ella está en peligro, el tipo está desquiciado, pero tampoco hay que actuar rápido.

-¿Perdón? -Wilson estaba a punto de hacer corto circuito, se sacudió un poco la cabeza y se acercó lo suficiente al soldado como para hablar en voz baja- ¿como por qué demonios no le estás diciendo esto a Steve?

-Te digo que ni él ni nadie debe saber esto, no de momento al menos. Si bien creo que ella está en peligro, tampoco hay que dejarnos llevar tan pronto. Tal vez no sabes tanto de ella, pero es la Viuda Negra, a entrado y salido de infiernos ella sola, sin armas, ella es el arma. Hay que darle algo de tiempo, probablemente ella sola esté saldado sus propias cuentas con el pasado, por eso no quiero avanzar y entrometernos; es mejor esperar a tener señales de que sí está en grave peligro y así poder avanzar.

La cara del Halcón era todo un emblema. Parecía estar hasta perturbado.


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-De veras que trato de entenderte, pero es tan difícil que mi cerebro quedó carbonizado. Me estás diciendo que Nat está en peligro, pero que hay que dejarla sola hasta que parezca que ya está muerta.

Barnes estaba a punto de explicar de nuevo la situación cuando se encontró con un suceso, o más bien, alguien inesperado. Logan empezó a hacer un estruendo en busca de quien sabe qué, llegó a el lugar donde los soldados estaban escondidos. Los miró con su típico ceño fruncido y cara de ganas de asesinar, aunque esta cambió al mirar fijamente al Soldado del Invierno.

-¿Tu, aquí?, ¿que demonios está pasando en todo este lugar? -hizo una breve pausa como para alejar cualquier pensamiento que lo estuviese distrayendo de su objetivo- debes de saber algo de Natalia, ¿qué sabes?

Para Sam era casi sentencia de muerte, Wolverine jamás se dirigió a él, pero no era necesario para que estuviese a punto de orinarse encima y de sufrir un paro cardíaco, miró a James en busca de una respuesta y este pareció dudar un poco, pero sentía que no podía ocultarle nada. Era Logan, un vejestorio de mercenario que no importaba si sus propias habilidades eran buenas o no, nadie podía negarse a esa mirada asesina y esas garras filosas, James sentía un profundo respeto -miedo- hacia él, aunque quisiera no podía mentirle.

No estaba en mis planes: Hundiéndonos en la obscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora