No estaba en mis planes: Hundiéndonos en la obscuridad

Guerra por pizza... y bíceps.

-!Natasha¡ -un chasquido muy fuerte se escucha.

Sacudo la cabeza y veo a Clint frente a mi. ¿Como no me di cuenta de su presencia antes? El no dejaba de pasar su mano delate de mi cara.

-¿Qué pasa? -pensándolo bien, tampoco recuerdo estar en el suelo.

-¿Qué paso? ¿Qué tienes? Te vez pérdida -tomó mi rostro entre sus manos y la movía examinándome.

-Estábamos entrenando, se descuido y yo lance un ataque que ya no pude reverser, lo siento -cuando enfoque mi vista hacia Wanda, veo que tiene un semblante lleno de preocupación.

-Wanda, gracias -le digo con toda la sinceridad que tengo, deteniendo a Clint antes de que probablemente le reprenda algo- hiciste el proceso más fácil.

-¿Segura que estas bien? 

-Si James, segura. Perdón por ponerme como hace rato -apoyándome de Clint me levante- sólo, que nadie se entere ¿Si?

-Yo me encargo de ella chicos, gracias -dijo Clint mientras salíamos de la sala- Natalia Alianovna Romanova...

-Cuando me llamas por mi nombre completo... hay problemas -dije poniendo cara de susto.

-Mientras todo estaba normal, de repente llega Wanda diciéndome que te paso un accidente y que vaya de emergencia ¿Como quieres que me ponga?

-Tampoco te enojes, fue un simple error que cometí al distraerme y ya. Aparte, gracias a ese error recordé muchas cosas que había olvidado y que alguien -hice énfasis en la última palabra mirándolo- no me lo quiso decir.

-Ya te dije que fue por tu bien. Y tu como quiera vas a romperte la cabeza...

-¿Oh, deberas quieres que peleemos? -a mitad del camino nos detuvimos.

Clint soltó un largo suspiro.

-Yo no te oculto nada si tu tampoco lo haces ¿De acuerdo? -me le quede viendo un momento. Si, cumpliría su palabra.

-Acepto -dije sonriendo- empecemos Barton.