No estaba en mis planes: Hundiéndonos en la obscuridad

Cuatro botellas de vino

Estaba enojada, con Steve, conmigo, con el mundo.

No tengo idea de porque, pero lo estoy, que se joda el mundo.

Cuando el ascensor llego a el estacionamiento vi a James de reojo, lo ignore y seguí mi paso hacia el auto.

-¿Paso algo Natalia?

-Nada que te incumba, novio de Steve.

Esa cosa extraña llamada celos.

Arranque tan rápido como pude, quería sumergirme por las siguientes tres horas en mi bañera, ver alguna película que estuviese a estas horas y dormir como bebé, si, eso necesitaba. Y dejar de pensar un rato, mi cerebro solo necesitaba hacer una función y era la de mandar señales para respirar, solo eso, de tanto darle vueltas a todo la cabeza me va a estallar.

Digo, Steve ni se inmuto con lo de Sharon. Ni lo negó ni nada...

Arranque más rápido y pasándome varios semáforos llegue a  una tienda de ropa y luego a casa. Me iba quitando cada prenda de ropa de camino al baño, prendí velas y me asegure de poner el agua a una temperatura perfecta y al estar completamente desnuda entre a la tina. El agua caliente se sintió muy bien en contacto con mi piel. Empecé a relajarme poco a poco.

Tenia que tener la mente clara, estoy dejando que las cosas externas me afecten de más, no necesito ponerme paranoica como Pepper. También debía de dar mis ratos para mi, realmente no abandone a Steve ni nada de eso, solo teníamos dos días sin vernos.

O tal vez si le estaba prestando mucha atención al trabajo.

Mañana tendré una junta con Fury, probablemente Steve este allí, aprovechare para hablar con el y aclarar las cosas. Después de todo, el tiene razón, es mi pareja y debemos darnos nuestro tiempo juntos.

Mi celular vibró y al ver que eran varios mensajes seguidos de Pietro me preocupe así que los revise.

"Dime ¿Qué demonios hace ella aquí?"

"!KESESO¡"