Capítulo 3: Samantha

2.1K 96 1
                                    

Creo que no pasan ni cinco minutos para que caiga profundamente dormida.

Miro por la ventana y todo está oscuro, debe ser de madrugada. Hay una tenue luz que está prendida pero ilumina lo suficiente para que si alguien quiere pararse, no se tropiece con algo.

Me quedo mirando a través de la ventana y luego veo como está Benny. Sonrió al ver que está enrollado y en el quinto sueño, vuelvo a sonreír; le he tomado cariño al peludo.

Algo interrumpe mis pensamientos, un par de "Uh" me hacen levantar mi cabeza para ver qué pasa. Veo a alguien parado y puedo distinguir una mancha gigante en su campera.

-No hay problema-dice el rubio e intenta sonreír, cosa que no se le da muy bien.

-De verdad, lo siento-una voz de mujer. Ésta se levanta y veo su enorme panza. Embarazada. Puedo imaginar a que se debe la mancha del otro tipo, pobre...

La embarazada solloza mientras se dirige hacia el baño. El rubio se queda un momento parado y se rasca la cabeza nervioso. La luz ilumina su rostro y lo reconozco. Mierda, digo para mis adentros.

Y aunque quiera enterrar a la antigua yo, algo siempre queda. Y desgraciadamente es mi lado humanitario.

Que sea la última vez, me reto a mi misma y una vieja yo imaginaria asiente cabizbaja.

Suspiro antes de levantarme, pongo a Benny en mi asiento, liberando el asiento libre y me dirijo hacia el chico de la manzana.

-Hay un asiento libre.-digo luego de aclararme la garganta para que me preste atención. El rubio me mira mientras se quita su campera, creo que esta procesando lo que acabo de decir.

Fue suficiente, ya hicimos lo nuestro. Mi yo 2.0 habla y yo obedezco. Le doy la espalda y camino hasta mi asiento. Levanto el bolso que contiene a Benny y lo acomodo en mis piernas cuando ocupo mi asiento.

El chico de la manzana no tarda en llegar.

-Gracias-titubea y yo sólo asiento sin dejar de ver a través de la ventana.

Pasa el tiempo y sé que intenta hablar de algo pero no sabe cómo. Y digamos que yo tampoco tengo ganas de colaborar.

Benny se despierta y aprovecho que el rubio se levanta para ir al baño. Bajo el cierre de mi campera y acomodo a Benny como si fuera un bebé. Subo mi cierre-justo a tiempo ya que el rubio se acaba de sentar-, y acaricio al hurón sobre la tela. Pasan unos segundos y noto la mirada de mi acompañante. Estoy acariciando desde mi hombro hasta mi pecho, lugar que ocupa Benny...

-No me estoy tocando-suelto sin más. Y puedo imaginar sus mejillas igual que la manzana que me dió hace unas horas.

-Yo no... Esto... No...-intenta excusarse. Abro mi cierre y dejo ver a Benny. El mira y le dedico media sonrisa. Es un tomate.

Unos minutos pasan para que vuelva a hablar.

-Ahora entiendo de dónde venia ese olor-comenta.

-Así que pensabas que era yo la que apestaba...-digo sin mirarlo. Otra vez está nervioso.

-No... Es que... Yo-tartamudea-yo... Yo tenia uno cuando era chico y por eso...-no lo dejo terminar.

-No importa-lo miro y le dedico una media sonrisa y se me queda viendo. Vuelvo mi vista a la ventana, no tengo ganas de hablar pero creo que ya es un poco tarde. Es como si leyera su mente... Me reconoció- Sí, soy yo-digo ahorrándole tiempo. Lo miro de nuevo y me mira detenidamente.

-Pero... Tu pelo...-titubea.

-Gracias por la manzana-cambio de tema antes de que pregunte cualquier cosa.

-No fue nada, tu estomago estaba gritando-sonrie. Es de esas sonrisas que no son completamente sonrisas porque no muestra sus dientes, pero igual es una sonrisa simpatica-Ah, soy Connor-dice extendiéndome su mano. Me quedo mirándola porque no sé que responder.

¿Mi nombre?¿El de la vieja yo? No, ni soñarlo. Todo lo que alguna vez fui debe quedar en el pasado.

-Samantha- digo intentando parecer creíble.

Nueva vida, nueva identidad.

Light my fire | The Vamps |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora