Capítulo 18: Hermano

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Bradley y yo nos quedamos estupefactos ante la presentación de mi "hermano".

Quiero negarlo, quiero tratar de aclarar lo que acaba de decir el rubio, quiero golpear al rubio; pero todas mis ideas se ven frustradas cuando el motor de un auto, de un Beetle específicamente, se para frente a nosotros.

Bradley suelta la mano de Tristan y su mirada se dirige a la conductora del ridículo auto rosa.

Dess le sonríe a Brad, para luego regalarnos una mirada de desprecio a Tristan y a mi.

Y antes de que la comience insultar, habla.

-Bradley,-dice volviendo su vista al castaño-olvidaste tu campera en mi casa-dice extendiéndole la campera.

El castaño se acerca y la toma. Balbucean un par de cosas que no llego a escuchar. Y cuando Bradley se inclina su cabeza hacia ella no puedo seguir viendo. Les doy la espalda y entro lo más rápido que puedo a mi hogar. Tristan me sigue y cierra las puertas.

-Hola amiguito-dice a mis espaldas. Me doy vuelta y recuerdo la estupidez que inventó. Quiero matarlo-¿Cómo dijiste que se llamaba?-pregunta el muy cínico.

-¡Idiota!-grito con todas mis fuerzas.

Voy a explotar, voy a explotar, voy a explotar...

-Pero qué gustos para elegir nombres... Hola, idiota-dice acariciando la cabeza de Benny.

-¡El idiota eres tu!-digo quitándole a Benny y dejándolo sobre el sillón.

-Shh... No grites tanto Sam. No querrás que Bradley descubra tu mentira-me ignora y va hacia la cocina.

Tranquila, tranquila, tranquila...

-¿Mi mentira?-digo intentando controlar las ganas de gritarle-¿Es que tienes un crayón en el cerebro o qué?- Este chico es increíble.

-¿No tienes nada más para comer?-dice observando el contenido de la heladera.

Ya me cansó. Camino hasta él y cierro la heladera de un portazo.

-¿Cómo se te ocurre decirle que somos hermanos?-digo entre dientes y fulminandolo con la mirada. Si las miradas mataran...

-Tenemos el mismo apellido, y fuiste la que lo insinuó primero. Yo quería que fueras la señora Evans...-dice alzando sus hombros.

-Eres imposible-digo negando con la cabeza.

Respiro hondo y voy a sentarme junto a Benny, que esta comiendo una manzana.

-No entiendo como te entra todo eso-digo acariciando su pancita.

Benny me ignora y sigue comiendo.

Siento a Tristan acercarse.

-Perdón-dice sentándose a mi lado- Es sólo que me gusta hacerte enojar-confiesa. Acaricia mi pelo y una sensación me recorre todo el cuerpo-¿Cómo sabia tu nombre?-pregunta.

-¿Qué?-digo confundida.

-Ese Bradley. Te dijo Sam-explica.

-Es mi nombre. Pensé que...¿por qué pusiste Samantha en mi identificación?-ya no entiendo nada.

-Tienes cara de Samantha-contesta con una sonrisa- Samantha devora Evans- dice lentamente y siento su mano en mi pierna.

-Tris...-no puedo seguir hablando porque coloca su dedo indice sobre mis labios.

-¿Quieres que me vaya?-dice mientras que va dejando un camino de besos por mi cuello. Mi punto débil.-Lo sabía-dice y puedo sentirlo sonreír sobre mi piel-Tu punto débil es el cuello-agrega dejándome atónita por su habilidad para leerme la mente. Sus besos me hacen volar.

¿Cómo puede ser que me conozca tanto?

-Tristan, por favor...-digo intentando frenarlo, pero mi tono de voz sonó más como un ruego y hace que Tristan se empiece a desesperar. Adiós remera de Tristan...

***

-Mierda-susurra Tristan antes de desplomarse sobre mi.

Sí, acabo de acostarme con él. Sí, otra vez.

-¿Sam?¿Estás bien?-pregunta el rubio mientras se acomoda al lado mío.

-No-respondo con la mirada perdida.

-¿Sam?-repite, pero esta vez toma mi mentón y hace que lo mire a los ojos. Ambos nos quedamos en silencio por unos minutos.

No estoy bien. Acabo de conocerte y ya me acosté contigo ¡Dos veces! Soy una maldita débil necesitada de afecto.

No, no puedo decirle eso.

Y sucede. Por primera vez, desde que nos conocimos, me besa. Simplemente me besa. No me manosea, no me quita la ropa, no se quita la ropa, no hay dobles intenciones, sólo es un beso. Es justo lo que necesito.

Y ahora entiendo, no siento nada por él, nada como lo que me pasó con el Innombrable o incluso lo que creo que m pasa con Brad.

Tristan hace que me sienta bien con ese beso, me da el afecto que necesito, me hace saber que está ahí, para mi. Sólo eso.

-Te quiero-dice cuando nuestros labios se separan. Mis ojos se abren al escuchar sus palabras. Una sonrisa se dibuja en su rostro-No de esa forma, tontita. Me gusta pasar el tiempo a tu lado-agrega, y siento que puedo respirar tranquilamente- Sé que te mueres por que te quiera de esa forma, pero ya te dije, mi corazón no está disponible por el momento-me roba un beso y se levanta de la cama-Necesito una ducha ¿te importa si uso la tuya?-pregunta de espaldas-¡Hey, me estás mirando el trasero!-grita tapándose las nalgas.

-Desaparece de mi vista-digo arrojándole una almohada.

Yo también tomo una ducha, pero voy al baño de abajo.

Salgo del baño ya cambiada y encuentro a Tristan sentado en el sillón con Benny en su regazo.

-Te hice un omelette- dice el rubio.

-¿Qué?-digo mirando hacia la mesada de la cocina, donde hay un plato servido. Efectivamente, me hizo un omelette.

-Ya me tengo que ir-se levanta, me entrega a Benny y me da un beso en la frente-Tu casa está muy vacía, mañana pasaré por ti para comprar un par de cosas. Si quieres, claro-dice abriendo la puerta para irse. No respondo nada, estoy procesando sus palabras.-Tomaré eso como un sí- me guiña el ojo y se va.

¿Por qué se comporta así conmigo? De verdad no lo entiendo.

Primero se acuesta conmigo, me acompaña a mi casa, dice ser mi hermano, se acuesta otra vez conmigo, me dice que me quiere, me cocina, me...

El timbre suena.

Recuerdo que la reja no se puede abrir sin llave, aunque me cuesta creer que sea Tristan porque por lo poco que lo conozco, apostaría a que trepo la reja para irse. O tal vez me equivoque, después de todo el siempre me sorprende.

Abro la puerta y no es Tristan quien está en la reja.

Es Connor, y me mira con el ceño fruncido. Y antes de que termine de abrirle la reja para que pase, habla.

-Evans no es tu hermano-afirma.

Oh Dios.

Light my fire | The Vamps |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora