Capítulo 41: Distracción

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Confundida es poco...

Es decir, lo único que yo conocía de James, -muy a mi pesar- era lo que tenía entre las piernas, y un par de cosas más, sabía que era un tanto baboso y que se había metido con Dess. Yo había sido testigo.

Nota mental: no volver a entrar a ese baño.

Tristan y Chris se empeñaban en decirme que James me estaba usando, pero yo no estaba segura a qué se referían. No era sobre el sexo, porque en realidad, podría decirse que yo también lo usé...

Estaba completamente desorientada.

-Te estás convirtiendo en su nuevo juguete. Había dicho Chris.

¿Juguete?

Si a este paso estaba desorientada, luego de las próximas palabras de Chris, me sentía completamente perdida.

-Brad.
Comentó Tristan.

¿Bradley?

¿Qué pito tocaba ese en todo esto?

Al parecer, luego de que Dess dejara a James; el susodicho y la actual pareja de la zorra, Brad, habían comenzado a competir, en todo.

Cualquier estupidez en la que pudieran estar involucrados, ellos competían.

Hasta llegaron a postularse como jefe de alumnos en su clase, pero claro, ninguno ganó.

Incluso con la explicación que me había dado Chris, no lograba entender.

¿Por qué carajos Brad querría competir por mi?

El me odiaba, y yo a su novia, por ende, a él por ser tan idiota, ciego, dominado y cara de moco.

Oh, sí, el sentimiento era mutuo.

Luego de finalizar la conversación con un "Es mi vida hago, lo que quiero", subí a mi habitación a pensar.

Sí, ya sé, no debería hacer eso.

Me resultaba tonta la idea de "competencia" sobre mí. Demasiado y sin razón.

Pero por otra parte me gustaba la idea de que yo fuera el foco de atención...

¿Lo ven? No es bueno pensar para mi.

Como sea. Si yo era el foco, Dess estaría sin atención, y el mundo entero sabe que esa zorra quiere tener todos los ojos sobre ella en todo.

Podía imaginar la cara de la rubia, y me encantaba...

Esa puta me había dejado mal parada en toda ocasión que podía, y ya era tiempo de poner en marcha mi plan de venganza.

Sí, la venganza es mala, pero ella lo merecía.

Brad me importaba un rábano, el había elegido su lado, y bueno... ¿Causa y efecto, no?

Dime con quién andas y te diré quién eres... Un alce con los cuernos más grandes que el monte Everest.

Me había despertado entre los brazos de Tristan y no había hecho nada para apartarlos. Después de todo, era normal para mi.

Que seguía enojada con él, seguía enojada, pero no podía echarlo.

Además, no le había tomado importancia, seguía pensando en qué hacer con respecto a James.

Era una buena opción para no estar entre las cejas de Melina.

Es decir, ¿quién quiere estar en la mira de una loca con navaja? Nadie, y yo no era la excepción.

"Levanta tu trasero y haz lo que tienes que hacer"

Light my fire | The Vamps |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora