Light my fire | The Vamps |

Capítulo 7: Confianza

El camino de regreso no es difícil, me agradezcoa mi misma por haber caminado en una sola dirección.

Cuando abro la puerta, Benny está sobre el sillón muy bien acurrucado en una esquina. Lo levanto, dejo caer mi cuerpo de costado y lo acurruco cerca de mi pecho, a lo que él no emite quejido alguno.

He dormido más de doce horas, estoy segura. Veo el atardecer a través de las cortinas.

No me sorprende mi cansancio, no duermo como se debe desde hace ya...

-¡No!- el grito interrumpe mis pensamientos y despierta mis sentidos más de lo que desearía.

A penas lo conozco, pero puedo reconocer la voz de Connor. Qué demo...

Un estruendo me sorprende esta vez. No lo pienso dos veces, ya he observado que nuestros patios traseros se conectan, así que no lo dudo y me las ingenio para trepar la medianera.

Caigo de rodillas, y con algunos raspones, pero otro estruendo hace que olvide el dolor.

Agradezco que la puerta corrediza esté abierta y observo el living hecho un desastre, las cosas están tiradas en el suelo alfombrado y me asusto.

Sigo los gritos y quejidos que continúan, provienen del segundo piso.

Al llegar arriba, observo a Connor acurrucado al pie una cama matrimonial.

Mi respiración agitada, llama su atención. Su mirada se dirige a mi, pero inmediatamente vuelve a su posición anterior.

Se ve tan vulnerable, que solo me doy cuenta que corrí a abrazarlo cuando el me devuelve el abrazo.

Está llorando, puedo notarlo por su respiración entrecortada.

-Mi padre murió y mi madre actúa como si lo estuviera también...-dice cuando logra calmarse un poco-soy lo único que le queda a mi hermano menor-completa para abrazarme aún más fuerte.

No es como si Connor fuera un chico de dos metros y con un físico como el de Superman, pero su abrazo duele, duele en lo físico porque casi que me estruja y duele porque puedo sentir su dolor, porque yo también sufrí esa perdida.

El tiempo pasa y todo está se vuelve a oscuro.

-¿Saltaste la medianera, verdad?-rompe el silencio y de a poco me va soltando.

-No sabia que estaba pasando y pensé...

-Gracias-dice y al mismo tiempo se pone de pie para luego rodear la cama, todavía sin hacer.

Abre un cajón de la cómoda que se encuentra al otro lado de la habitación y luego de su búsqueda, vuelve hacia a mi.

-Vamos-dice tomando mi mano, para luego bajar las escaleras.

-¿Qué?¿Dónde?-pregunto confundida.

-A divertirnos un poco-dice soltando mi mano para descolgar una campera de su perchero y colocárselo.

-No lo creo, es mejor que vuelva con Benny-digo un tanto asustada. Que tal si alguien me...

-Sam, por favor- ruega. Y no sé si es porque es el primero en ponerme un apodo o su forma de mirarme con esos ojos, los mismos que vi hace un par de horas en ese estado tan...

-Por favor no te pongas de rodillas, dije no y no es no-pongo mi mejor cara seria y veo la luz de sus ojos apagándose y es cuando suelto una risita y el me sonríe de vuelta.

Salimos a la calle, desactiva el seguro de su Jeep negro y subimos rápidamente.

-No preguntes y confía-dice luego de encender el auto. Y de verdad, creo que puedo confiar en el y quiero confiar en el.

El lugar no es de mi agrado, una fiesta. Demasiado ruido. Demasiada gente. Gente.

Pero no me quejo, sólo quiero que Connor se sienta bien, y si es de esta forma, lo cuidare. ¿Cuidare?

-¿Quieres algo de tomar?-casi grita cerca de mi oreja debido al ruido de la gente y la música.

-No, gracias. Estoy bien, ve a bailar yo estaré por allá-respondo apuntando un al jardín trasero que esta poco ocupado.

-No te vayas sin mi-dice guiñando el ojo y luego se pierde en medio de la gente.

Es extraña la forma de tratarnos, pero supongo que se debe a la extraña confianza mutua que nos tenemos. El por aceptarme en el duplex siendo una completa y sospechosa desconocida; y por mi parte, el hecho de que comparta algo tan importante como la perdida de su padre.