Light my fire | The Vamps |

Capítulo 48: Cumpleaños

Volvieron.

La puta y Brad volvieron.

¿Cómo lo sé?

Chris me lo confirma el lunes por la tarde, cuando viene a casa luego del instituto.

Él dice que volvieron a ser la misma parejita de siempre y que van de la mano como si nada hubiera pasado.

Los odio.

La odio.

Lo odio

Y me odio.

¿Por qué?

Porque me siento... ¡Ni siquiera sé explicar cómo me siento! Pero me odio por sentirme así.

¿Eso tiene algún sentido?

No lo creo.

¿Por qué mierda me importa?

¿Por qué carajos me los imagino besándose o tomados de la mano, o simplemente hablando y no puedo evitar sentirme furiosa?

¿Cómo es posible que el estúpido haya vuelto con la zorra? Es decir... ¡Por Dios!¡Es la reina de las zorras!

Desearía ir y revolcarme con James en sus caras, o mejor dicho, en la cara de Dess.

Porque sé que le molesta.

Pero no puedo. No tengo ni ánimos para eso.

"Son tal para cual"

Sí.

Ella -la vocecita- tiene razón.

Un estúpido para otra estúpida. Eso tiene más sentido.

Pero no quita que me pase casi la semana entera pensando en ellos.

Algo esta mal. Algo tiene que estar mal.

¿Por qué no tengo ánimos ni para fastidiar a la zorra? Porque este no es el único problema con el que tengo que lidiar en la semana.

Connor me ha cerrado la puerta en la cara más de veinte veces.

Algo así, ya perdí la cuenta.

No quiere hablarme, ni mirarme, ni olerme ni nada.

Hasta busque la excusa del pago del mes del alquiler, ya que el noticiero informó que ha habido un aumento, pero fue en vano.

Lejos de hablar conmigo, mandó a Nicole.

-Connor dice que el aumento es del diez por ciento. Deposítalo en el banco y ya está- me había dicho la castaña cuando toqué y grité para que el rubio saliera.

La había cagado. Universalmente.

Connor no me quería.

Y todo por Dess, todo por mostrarle a todo el instituto quién era realmente.

-Si quieres lo amenazo para que te hable.

Oh por Dios.

-Melina te dije que no... Pases-termina de decir Tristan, entrando a mi habitación después de la chica.

-¿Sam?-dice ella.

-Melina-vuelve a decir el rubio.

-No estoy hablando contigo, vete a la mierda-responde ella.

Había pasado toda la semana insistiendo para entrar a la casa, y yo no tenía ni las más mínimas ganas de entablar una conversación con nadie-ni siquiera con Tristan- y menos con ella.