Capítulo 36: Larga noche

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James se acerca a escasos centimetros de mi rostro y sonríe.

Oh, Dios.

A esta distancia puedo ver perfectamente sus ojos... sus pestañas... su boca.

Inconscientemente mi boca se abre.

Estoy completamente pasada de copas.

James coloca ambas manos a los costados de mi cara y me besa.

¿Esto está bien?

No respondo al beso. Estoy helada.

El rubio deja besos por mi cuello y yo siento como si estuviera en un sauna.

Una parte de mi quiere detenerlo. Coloco una mano en su pecho y creo que no debí hacerlo.

Siento su pecho duro, y mi mano cobra vida, se pasea un poco más abajo.

Mis dedos dibujan sus abdominales por debajo de esa tan molesta remera que lleva puesta.

¿Quién puede resistirse a semejante cuerpo?

Yo, tal vez... Si estuviera en mis cinco sentidos...

No tardo demasiado en mandar todo a la mismísima mierda. Ni siquiera lo pienso.

Desenredo mis piernas cruzadas y por poco le arranco la remera a James, para poder apreciar mejor su anatomía.

Con movimientos torpes, caigo hacia atrás y él sobre mi.

James me acaricia sobre la ropa y yo me siento...

-Te tengo ganas desde que te vi en mi fiesta...-dice mientras que se deshace de mi pantalón y desabrocha el suyo.

Vuelve a mis labios, volviendo loca. Retiene mis manos por encima de mi cabeza y restriega su pelvis contra la mía.

-Ahora no hay Tristan que me detenga-murmura rasgando con sus dientes el paquete que contiene el preservativo. Se separa de mi y no puedo evitar no mirar hacia abajo, pero no logro ver nada porque mis labios son capturados por los suyos.

¿Para que quiero verlo si en unos segundos más lo voy a sentir? Pienso en mi interior.

Qué guarra.

-¿Estás lista?-dice contra mi boca.

Puedo sentirlo.

-Cállate.

Mi espalda se arquea con cada embestida de James.

Clavo mis uñas en su espalda y momentos después el rubio se queja y enlaza nuestras manos contra el colchón.

La cama se mueve al ritmo nuestro.

En un momento, mi vista ocasionalmente va hacia la puerta, y lo veo.

Está apoyado contra la pared y con lo brazos cruzados.

Le sostengo la mirada mientras gimo más fuerte.

Tristan niega con su cabeza pero conserva su postura.

-James...-digo con la respiración entre cortada y sosteniendo su rostro entre mis manos.

El me mira y yo desvío la mirada hacia Tristan.

Veo como James sonríe de costado y los movimientos cesan.

Se separa de mi, no sin antes darme un beso en el que creo que su lengua llega hasta mi garganta.

James se levanta y se va al baño.

Enseguida me cubro con una sábana.

-Te veo luego-dice James saliendo de la habitación.

Tristan lo sigue con la mirada hasta que la puerta se cierra.

Ambos nos quedamos en silencio.

-No deberías acostarte con él-dice mirándome a los ojos.

-¿Por qué?¿Porque se acostó con Dess?-digo mientras busco me coloco mi ropa interior-Tú también lo hiciste-lo acuso , y en ese momento se acerca.

-No sé por qué te la pones, no la vas a necesitar.

Acto seguido se abalanza sobre mi y me besa.

Estoy borracha, pero no lo suficiente para soportar esto.

Lanzo una patada y afortunadamente doy con mi objetivo.

Tristan se hace a un costado y yo me levanto.

Me pongo los pantalones mientras el rubio se sigue retorciendo.

-¿Por qué pararon?

Me llevo un susto al escucharlo.

-Vete a la mierda, Chris.

Estoy a punto de retirarme, pero me doy vuelta y veo a Tristan, que me observa también.

-Melina tiene razón. Eres un completo idiota.

Salgo de la habitación y me encuentro a Connor en las escaleras.

-Sami,-me sonríe- Tristan te estaba buscando hace un rato... ¿Estás bien?-pregunta frunciendo el ceño.

-Quiero terminar con esta fiesta, ¿me ayudas?-digo evitando su pregunta.

Luego de despachar a toda la gente, Connor me ayuda a arreglar un poco el desastre.

-Está bien,-digo evitando que tome la escoba- Hay que dejarle trabajo a Chris-bromeo.

-Como quieras-dice devolviéndome la sonrisa- Me tengo que ir a casa, ya es tarde, y mañana tengo clases.

-Sé que es un poco lejos, pero te acompañaré a tu casa-agrego riendo.

-Parece que alguien quebró aquí-comenta Connor señalando el vomito de mi vereda.

-Me temo que fui yo-confieso avergonzada.

-Oh...-dice incómodo- Larga noche, eh.

-Algo así...-digo caminando hacia su reja.

-Bueno, nos vemos-dice dándome un beso en la mejilla.

-Con...-lo detengo. Él me mira- Gracias.

-¿Por qué?

-Por estar-digo abrazándolo.

-Creo que sigues borracha- se ríe y se separa de mí-¿Quieres entrar?-me invita y acepto.

Hablamos sobre cómo está él, su familia, el colegio..., y le repito que puede contar conmigo para lo que quiera.

-Se está haciendo tarde,-digo- no quiero interrumpir tu sueño de domingo-me levanto del sillón y Connor me imita.

-Nunca interrumpes, Sam-me sonríe.

Connor me abre la puerta para poder irme.

-Oh, Sam...-llama mi atención. Me giro hacia él- el viernes hay un baile de bienvenida, estás invitada-dice sonriendo.

¿Baile? Mmm...

-Nos vemos Conn-me despido.

Abro la reja y al mismo tiempo Chris sale.

-Estoy muy enojado con usted, señorita PrefieroAMcVeyAntesQueAChris-dice mirándome de arriba hacia abajo.

Lo miro divertida por las caras que hace y cuando menos me lo espero me toca el trasero al pasar por mi lado.

-¡¿Qué haces?!-grito instintivamente alejandome de él. Chris se ríe al salir.

-Bien sabes que te gusto, Sami.

No pierdo mi tiempo insultandolo. Miro hacia adelante y ahí está Tristan.

-Necesitamos hablar-dice abriéndome paso para que entre.

Light my fire | The Vamps |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora