Capítulo 12: Segundo salvataje

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Puedo ver como las mejillas de Bradley, toman un color rosado y se ve incluso más...

-Bueno, genio-recalca el castaño- Si nos ayudas terminaríamos más rápido.

Luego de poner todo lo sucio al lavavajillas y ordenar un poco, el celular de Connor empieza a sonar, se disculpa y va a atender al patio.

-Debe ser su abuela-dice Bradley, rompiendo el silencio- Conn me contó lo que hiciste por el ayer, te lo agradezco- agrega esbozando una sincera sonrisa de agradecimiento. Se nota que quiere a su amigo.

-No fue nada-contesto, y es cuando recuerdo al rubio diciéndome que es el único sustento de su familia. El alquiler- ¿Sabes dónde hay un International Bank Clieff?-pregunto un tanto dudosa por el nombre del banco- Es que tengo que depositar el dinero del alquiler- le explico.

-Claro,-responde viendo hacia la mesada donde hay una libreta. La toma y escribe con una lapicera que esta atada a la misma-Toma-dice extendiéndome la hoja que acaba de escribir.

-Gracias-agradezco.

-¿Necesitas que te acompañe o...-insinúa.

-No es necesario-digo rápidamente- puedo arreglarmelas sola, gracias igual.

Bradley cerca mío... No, definitivamente no.

Además de una vocecita repitiéndome que me aleje de él, recuerdo el detalle de que su padre es el jefe de la policía y quiero evitar los problemas.

-Mi hermano me quiere ver antes que empiecen las clases y debo ir-dice Connor entrando al living- Así que supongo que no te veré hasta la fiesta del sábado-dice dirigiéndose a su amigo.

-Oh, la fiesta...-repite el castaño recordando-¿Te gustaría venir, Sam?

¿Me está invitado a una fiesta?

¿Bradley acaba de invitarme a una fiesta?

Su hipnótica sonrisa me vuelve estúpida nuevamente.

-Entonces nos vemos todos el sábado-dice Connor alegre.

¿Qué?

"Acabas de asentir, idiota"

-Me alegra que hayas aceptado-dice Brad acercándose a mi- Ya me tengo que ir- sus labios se posan en mi mejilla.

Una vez más.

-Nos vemos-titubeo.

-Adiós, amigo-se despide Connor con un saludo especial.

Luego de la partida de Bradley, yo también debo irme pero antes le pregunto cuál es el monto del alquiler a Connor.

.

-Y no te atrevas a aumentarlo-me advierte con sus azules ojos clavados en mi.

-Sólo si prometes que me harás saber cualquier cosa que necesites-digo desafiante.

-Tenemos un trato-responde sonriente.

Luego de dejar a Connor, decido ir al dichoso banco. Además necesito rellenar la heladera y comprar alimento para Benny.

¿Qué se supone que comen los hurones?

Hago una nota mental para averiguarlo. Mientras se tendrá que conformar con frutas.

-Lo siento, están haciendo refacciones, sólo puedo llegar hasta aquí. Sólo tiene que caminar dos cuadras y llegara al banco-dice el taxista.

Sí, me tome un taxi hasta el banco, aunque creo que no era tan necesario. Estuve viendo el recorrido y sólo está a un par de cuadras del duplex. No tan cerca, pero lo podría haber hecho caminando.

-Esta bien-digo buscando dinero suelto en los bolsillo de mi pantalón -Quedese con el cambio-digo al salir del automóvil.

La calle esta vacía, es verdad que están pavimentando el suelo pero no hay trabajadores alrededor.

Camino unos metros y ya casi estoy por llegar, sólo me falta una cuadra.

-Tranquila y dame todo lo que tengas-dice al mismo tiempo que choca algo contra mi espalda baja. Es un arma.

¿En serio? En mi vida me han robado y justo hoy...

Y es que si fuera mi dinero, no tendría problema en entregarlo, que me mate, lo que sea; pero este dinero es de Connor. Es decir, sale de mi bolsillo, pero está destinado para el. El es el que lo necesita.

-Vamos muñeca, hazlo rápido y me iré- dice a mis espaldas. Cobarde.

-No tengo nada-trato de decir firme.

-Y por eso te dirigías al banco, claro. Apúrate- aprieta el arma contra mi que duele.

Estoy perdida, me digo a mi misma.

Me doy por vencida y no me queda otra, debo entregar el dinero al maldito ladrón. Meto mi mano en el bolsillo decidida a entregárselo.

-Wow wow wow-dice otra voz detrás mío.

-¿Qué quieres aquí? ¿No ves que estoy ocupado?-dice la voz de mi asaltante.

-Ocupado voy a estar yo cuando empiece a patear tu trasero- Esa voz, nuevamente, la reconozco- Suéltala y esfumate de mi vista.

La presión del arma desaparece y puedo escuchar el trote de mi asaltante en su huida.

-Esto se te esta haciendo costumbre-dice poniéndose en frente mío- Ya van dos veces las que te salvo-y en un movimiento rápido, su mano viaja a mi cintura y me acerca al máximo a el- Aunque no me molestaría hacerlo de nuevo, siempre es bueno verte-agrega el rubio.

Light my fire | The Vamps |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora